[resumen.cl] En diversas ciudades del país, una multitud de trabajadoras y trabajadores se ve en la obligación de laborar a riesgo de perder su mercadería en incautaciones, de sufrir agresiones y detenciones por parte de Carabineros y de que los medios de prensa empresarial les expongan como potenciales delincuentes legitimando con ello la violencia en su contra.

En Concepción, sucesivos han sido los intentos por parte de comerciantes ambulantes por formalizar su actividad ante el municipio, no obstante han encontrado el rechazo unánime de ediles de partidos como el Socialista, UDI y el Demócrata Cristiano al cual está adscrito el actual alcalde Álvaro Ortiz, quien se ha obstinado en erradicarles, en una muestra de genuflexión ante las grandes cadenas del comercio minorista y la Cámara de Comercio Concepción que prefiere atribuirles a estas/os comerciantes cualidades amenazantes a sus negocios antes que a la expansión de las primeras.

Los y las comerciantes han aseverado que la necesidad les hace estar ahí, que no es un antojo y que las autoridades políticas deben reconocer tal realidad. En efecto, esta es la realidad propia de un país y una región que carece de una matriz productiva que supere la dinámica primario exportadora imperante y así ofrezca empleo diversificado en diversas áreas y territorios, revirtiendo así el incremento exponencial de trabajadoras/es por cuenta propia e informales. Esta es también la realidad de un país con una legislación laboral absolutamente ventajosa para el empresariado y que, en contextos como el provocado por la pandemia de COVID-19 o por el sismo de febrero de 2010, faculta a empleadores a no pagar salarios y despedir sin indemnización a quienes se desempeñan en sus negocios.

En este brevísimo video, trabajadoras ambulantes de la intersección de Los Carrera con Caupolicán defienden su fuente de subsistencia y denuncian el maltrato policial ordenado por Ortiz. Por su parte, vecinas del sector defienden este comercio declarando que los valores de sus productos son mucho más accesibles que los impuestos por las grandes cadenas de supermercados.