Cien mil efectivos de las fuerzas armadas comenzaron ayer dos semanas de maniobras militares para elevar sus aprestos operacionales y comprobar el nivel de adiestramiento, luego de que Washington declaró que Venezuela es una amenaza. La Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) rechazó este sábado la decisión de Estados Unidos de declarar a Venezuela como una amenaza extraordinaria. Sostuvo que es un amago injerencista y convocó al diálogo.
Los cancilleres de la Unasur pidieron que no haya medidas coercitivas entre gobiernos y exigieron que la Casa Blanca anule la decisión, al tiempo que se pronunciaron sobre la situación interna de Venezuela.
Tal declaración se produjo en el contexto de una reunión extraordinaria de los cancilleres del organismo regional en esta capital, con la presencia de los 12 ministros de otros países integrantes del bloque.
La Unasur manifiesta su rechazo al decreto ejecutivo del gobierno de Estados Unidos… por cuanto constituye una amenaza injerencista a la soberanía y al principio de no intervención en los asuntos internos de otros estados, aseveró Rodolfo Nim Novoa, canciller de Uruguay y representante de la presidencia pro témpore de la Unasur, durante la declaración final.
Para las autoridades venezolanas, que Estados Unidos catalogue a Venezuela como una amenaza se traduce en que podría haber pronto una acción militar contra la nación sudamericana.
"Estados Unidos ha declarado a Venezuela como una amenaza y ha puesto allí una muletilla que se repite mucho, 'inusual y extraordinaria', que para nosotros significa un inminente peligro", declaró ayer el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, desde el Fuerte Tiuna, de Caracas, la mayor instalación militar del país.
Los ejercicios castrenses, convocados por Maduro, se iniciaron con la participación de 100 mil hombres apoyados por blindados anfibios chinos y jets y misiles rusos, en momentos de una alta tensión luego de que Washington declaró a ese país una amenaza para la seguridad estadunidense.
Al respecto, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, recibió el respaldo de la Unasur (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela, mientras Paraguay se encuentra suspendido) al solicitar a Estados Unidos que derogue las sanciones impuestas a Venezuela a través de un decreto expedido por el presidente Obama, las cuales calificaron de amenaza injerencista. Por la noche, el mandatario agradeció el apoyo.
El lunes pasado, Obama emitió una orden ejecutiva que declara a Venezuela una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos, e impone sanciones a siete funcionarios venezolanos por supuestos abusos contra los derechos humanos y corrupción.
En una declaración al término de una reunión extraordinaria en Quito, los cancilleres de la Unasur se alinearon a la denuncia de Maduro al afirmar que la orden ejecutiva de Washington constituye una amenaza injerencista a la soberanía y al principio de no intervención en los asuntos internos de otros estados.
En ese sentido, reiteraron su llamado a que los gobiernos se abstengan de la aplicación de medidas coercitivas unilaterales que contravengan el derecho internacional, y solicitaron a Washington que evalúe y ponga en práctica alternativas de diálogo con Caracas. La situación de Venezuela debe ser resuelta por los mecanismos democráticos previstos en su Constitución, puntualizaron.
Poco antes de que se instalara la reunión, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, exhortó a toda América Latina a rechazar de forma unánime la injerencia de Estados Unidos en los asuntos internos de Venezuela, que tiene la intención de desestabilizar al gobierno de Maduro.
Esto es una vergüenza. Estemos o no de acuerdo con el gobierno de Maduro, por elemental dignidad América Latina debe levantar su voz unánime rechazando tanta prepotencia, unilateralismo e imperialismo, destacó.