El estudio de animación Ufotable, detrás de una de las series de animación japonesa más exitosas de los últimos tiempos, fue condenada junto al presidente de la empresa, Hikaru Kondo, por evadir impuestos.
Por J. Murieta
Ufotable, el estudio con sede en Nakano, Prefectura de Tokio, Japón fue fundado en el año 2000 y ha destacado en el mundo del animé por sus excelentes trabajos, el último de ellos, la adaptación de la obra de la mangaka japonesa Koyoharu Gotouge, Kimetsu No Yaiba.
Pero su corta historia no ha estado excenta de polémicas.
El 12 de marzo de 2019, la Oficina Regional de Impuestos de Tokio realizó una inspección en las oficinas de Ufotable como parte de una investigación de evasión de impuestos. El informe indicó que la Oficina realizó búsquedas en los cafés de la compañía en Kōenji y Tokushima, así como en el estudio de animación en Shimoigusa, en el barrio Suginami de Tokio.
Según el mismo documento, el fundador, director representante y presidente de Ufotable, Hikaru Kondo, supuestamente recibía directamente parte de los ingresos acumulados por las ventas del estudio, evadiendo los impuestos que debía pagar.
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Kondo fue acusado por violar la Ley del Impuesto sobre Sociedades y la Ley del Impuesto sobre el Consumo al no pagar 138 millones de yenes en impuestos.
Tras ello, el estudio debió pedir disculpas públicas por el hecho, sin embargo, dicha medida de conducta no fue suficiente para evadir a la justicia.
El Departamento de Investigación Especial de la Fiscalía de Tokio emitió una acusación formal contra el estudio Ufotable y el fundador, director representante y presidente de ufotable, Hikaru Kondo, por el cargo de violar la Ley del Impuesto sobre Sociedades y la Ley del Impuesto sobre el Consumo.
Según el ente persecutor, no pagaron 138 millones de yenes (cerca de 800 millones de pesos a la fecha) en impuestos.
Meses después, en septiembre de 2021, Kondo reconoció a la Fiscalía que había realizado tales acciones y la Fiscalía descubrió que los delitos ocurrieron entre 2015 y 2018, años en los que el mandamás de la compañía ocultó parte de los ingresos en el café y las mercaderías de la empresa.
En diciembre de 2021, Hikaru Kondo fue condenado por la Corte del Distrito de Tokio a 20 meses de prisión por evasión de impuestos. El tribunal acreditó la evasión fiscal de 138 millones de yenes y lo sentenció.
No obstante, Kondo fue beneficiado con una pena sustitutiva debido a su buena conducta. El tribunal nipón decidió que no cumplirá condena si mantiene un buen comportamiento durante 3 años.