Luego de los alegatos iniciados la semana pasada y a 19 meses de haber cometido las agresiones, durante esta jornada podría definirse el futuro del subteniente de Carabineros, Rodrigo Bustos, que disparó una bomba lacrimógena a la cabeza de una adolescente en Puerto Montt. Ataques epilépticos, pérdida de visión de su ojo derecho y la implantación de una placa de metal en la zona afectada, son algunas de las consecuencias del ataque policial.

Por Juan Contreras Jara

Fue en enero de 2020, durante el Estallido Social, que el subteniente de Carabineros, Rodrigo Bustos, disparó una bomba lacrimógena a una adolescente de 17 años de edad, durante una manifestación en Puerto Montt. Este lunes, 19 meses después de las agresiones, podrían cerrarse los alegatos en el juicio contra el uniformado que arriesga 10 años de cárcel.

Rodrigo Bustos, subteniente de Carabineros de Puerto Montt, fue formalizado el 10 de marzo de 2020 por violencia innecesaria con resultado de lesiones graves, entre ellas, ataques epilépticos, un implante de metal en la cabeza, dolores constantes y distintas afecciones en el lado derecho de su cuerpo, entre ellas, rodilla, ojo y oído.

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De la querella también forma parte el INDH de Los Lagos, acción que persigue la pena de 10 años de cárcel para el subteniente de Carabineros. Hay que destacar que luego de recibir la bomba lacrimógena disparada por Rodrigo Bustos, la adolescente de por entonces 17 años de edad, quedó internada de gravedad en la UTI del Hospital Regional de Puerto Montt.

Desde el martes de la semana pasada, cuando inició el juicio contra el subteniente de Carabineros, las jornadas de alegatos han estado marcadas por las declaraciones de la víctima, testigos y el imputado, además de diferentes pruebas que refirmarían las responsabilidad del Rodrigo Bustos en las graves agresiones, una de tantas por parte de la institución policial durante el Estallido Social.