[resumen.cl] La movilización anual de la Mesa del Sector Público (MSP), es la única negociación ramal en Chile, por lo tanto es la única donde los trabajadores tienen posibilidades reales de conseguir mejoras en sus condiciones salariales y de trabajo. A diferencia del sector privado regido por un código del trabajo, diseñado contra los trabajadores en dictadura y perfeccionado durante esta administración Bachelet en la misma línea, se caracteriza por condiciones absolutamente adversas para la negociación de las reivindicaciones de los trabajadores.
Así la negociación del sector público se transforma en una posibilidad única desde el punto de vista de los trabajadores para elevar los niveles salariales en nuestro país. Actualmente, en la Región del Bio Bio el 50% de los trabajadores gana menos de 260 mil pesos y el 65% menos de 350 mil, solo el 8,6% gana más de 800 mil líquidos.
En el caso de las mujeres, los promedios de salario son aun más bajos. El 58,1% de las mujeres de la Región del Bio Bio gana menos de 260 mil pesos líquidos. Mientras que en la provincia de Arauco el 70% de los trabajadores y trabajadoras gana menos de 320 mil pesos líquidos.
El hecho que sean más de 300 mil trabajadores en esta negociación configura una potente manifestación. En ella se funden trabajadores de la administración central del Estado reunidos en la ANEF, el Colegio de Profesores y otros gremios de la educación como Paradocentes, también los diversos gremios de la salud, tanto de hospitales como consultorios municipales. Cabe mencionar que los trabajadores municipales también son parte de esta MSP así como otros gremios menores.
Este año diversos dirigentes del sector público propusieron iniciar con antelación las negociaciones con el gobierno por el reajuste anual y otras demandas anexas que cada año se realizan. La postergación hasta noviembre era parte de la estrategia del gobierno (y de sus dirigentes "leales") para evitar movilizaciones prolongadas o radicalización del conflicto. Sin embargo el gobierno se las arregló para evitar las reuniones, cancelarlas y posponerlas, o simplemente no recibir a los dirigentes, en una forma de dilación que implicaba el basureo de la dirigencia sindical, que ni a la CUT ni a la ANEF pareció importarles, ya que sus dirigentes se encontraban en campaña con estas mismas autoridades apoyando a sus mismos candidatos.
En el desarrollo de la negociación se produjo otro hecho significativo, los gremios dirigidos por el Partido Comunista y partidos de la Nueva Mayoría, propiciaron la expulsión de la MSP de la FENPRUSS, gremio con gran capacidad movilizadora, por el hecho de haberse restado de la CUT por el manejo irregular de esta organización, cuestión sancionada incluso por tribunales. La medida buscaba amedrentar a los gremios más críticos, que forman parte de la Coordinadora Nacional de Trabajadores No+AFP, como CONFUSAM y Colegio de Profesores, para mantener la obediencia y volver al mismo ritual que estos últimos 4 años del gobierno Bachelet ha traído nulos beneficios a los trabajadores, por el contrario el último año incluso perdieron el bono de termino de conflicto.
Dilación tras dilación se llego a noviembre, mientras ANEF y la CUT hacían todo lo posible para detener las movilizaciones, Esteban Maturana (CONFUSAM) consciente de la mala jugada al que el gobierno y sus partidos sometía a los dirigentes, rompió la dinámica y lanzó a su gremio a una paralización la semana pasada. Esto obligó al resto de los gremios a convocar la paralización de 48 horas convocada a media máquina ayer miércoles y hoy jueves.
El sector crítico de la ANEF, nuevamente se lanzó a denunciar la concomitancia entre el presidente de la organización, los negociadores de la MSP y el gobierno. Se filtró la gravísima acusación que el gobierno pretendía realizar con el apoyo de parte de la dirigencia sindical, de imponer al sector público 5 causales de despido, que en la práctica introducían el despido libre al igual que el sector privado.
En las sucesivas reuniones entre gobierno y dirigentes de la MSP, los dirigentes sindicales han bajado sus expectativas de mejoras salariales desde un 6% a 4,5% nominal, y que el gobierno solo aumenta en 0,1% en cada reunión. Hasta el momento, a solo días de vencer el plazo para ingresar al congreso el reajuste, el guarismo va en 2,1%, teniendo presente que la inflación acumulada de enero a octubre del 2017 es del 2%, el reajuste real es prácticamente 0, sin que aún se discutan tema de bonos, como el de termino de conflicto o vacaciones.