Coordinadora Tomecina
Julio y agosto vienen siendo meses intensos para las comunidades organizadas contra la instalación de terminales de Gas Natural Licuado (GNL) en la Bahía de Concepción. Tras la aprobación del proyecto GNL Talcahuano por la Comisión Evaluadora Regional el 24 de julio, instancia evidentemente antidemocrática, compuesta por personal elegido desde el poder ejecutivo (léase por ello, cargos elegidos a dedo, no representativos de votantes), de la que se expulsó a representantes de la Coordinadora Chorera de la Intendencia en Concepción, sumado a la represión de manifestantes que expresaron su rechazo a la aprobación del proyecto, resulta evidente que el escenario de amenaza en que se encuentra la Bahía de Concepción se ve recrudecido.
Los recursos pesqueros, el atractivo turístico y la biodiversidad que provee de empleo a miles de pobladores y pobladoras de la Bahía de Concepción, están amenazados por los proyectos terminales GNL Talcahuano y GNL Penco-Lirquén. El resistencia a este desastre se expresa un sinfín de actividades que se desarrollan en las ciudades costeras. Al igual que sucedió durante junio de 2016 con la ilegítima aprobación de la Comisión Evaluadora Regional del proyecto GNL Penco-Lirquén (OctopusGNL), la represión a hacia la ciudadanía que rechaza el proyecto fue la respuesta del gobierno. Un conjunto de agresiones en contra de cinco años de resistencia por parte de las comunidades de Penco, Lirquén, Tomé, Cocholgüe y caletas adyacentes, que se organizan para alzar fuerte la voz ante una obviedad que los Estudios de Impacto Ambiental insisten en ocultar: el pueblo no desea y no ha elegido matar su Bahía. En este contexto de rechazo organizado, la aprobación del GNL Talcahuano, demuestra la irresponsabilidad institucional y la nula vocación democrática de las autoridades regionales. En resumen, luego de años de resistencia, en lugar de eliminar un proyecto indeseado, la respuesta es la amenaza de dos proyectos terminales de GNL en la Bahía.
Ante esta situación, los territorios de la Bahía de Concepción unifican sus fuerzas, pues la amenaza afecta a la Bahía como un todo. Por lo demás, la obscuridad de los negociados y el lobby empresarial queda demostrado por la denuncia sobre los pagos de 8 millones de pesos por parte de la empresa titular del proyecto energético GNL Talcahuano (Compañía Regional de Infraestructura) al Concejal por Talcahuano Eduardo Saavedra mientras era candidato. Este hecho evidencia los intereses reales del sector político que argumenta que los terminales de GNL traerán "desarrollo" a las comunas. La respuesta de la población es clara: ¡No al gasoducto, no a la termo... no queremos su falso progreso! La consigna que se canta en las marchas atraviesa a todo el territorio de la Bahía y llega a los proyectos Termoeléctricos del interior que están articulados con los de GNL. Es el caso de las termoeléctricas de El Campesino en Bulnes, vinculado al proyecto GNL Penco-Lirquén (OctopusGNL) y la termoeléctrica Tierra Noble en la comuna de Cabrero, asociada el terminal GNL Talcahuano; además, a estas termoeléctricas se suma el proyecto termoeléctrico de "Las Arcillas" en la Comuna de Pemuco.
Ante este articulado de infraestructuras indeseadas, pobladores y pobladoras de la Bahía de Concepción, decidieron expresar su rechazo a través de un carnaval familiar que contó con la participación de artistas de la de la Bahía. Con la presencia de la Batucada Lemanjá, la Batucada Bateria Rua Primavera, Jallapacha Caporales, Comunidad de Tinkus Ayllupura, Grupo de Danzas Tradicionales Botacura, Lakitas Inti Wayra y la escuela Elefante Blanco, sumando al apoyo de los restaurantes El parrón, El Faro, Puesta de Sol y el Piñón, que colaboraron donando empanadas de mariscos, cosas ricas y sanas. Finalmente, en el escenario que esperaba en la playa de Bellavista, el Grupo 'ache, Del Sucio Cerro y Artemisa, participaron con su música.
El carnaval se vivió con la alegría de quienes están convencidos de las causas justas y desean detener de una vez por todas las amenazas al territorio de la Bahía de Concepción. Se vivió con la alegría de las convicciones claras junto al repudio de la represión sostenida que ha llevado detenidas a decenas de pobladores y pobladoras que se manifiestan contra el saqueo de sus territorios. Repudio a que el 29 de julio, tras la realización de la consulta indígena con la agrupación mapuche de Penco Koñintu Lafquén Mapu, que sirvió de freno contra el proyecto GNL Penco-Lirquén (Octopus), dos jóvenes (uno menor de edad) fueron detenidos y torturados y cinco manifestantes fueron agredidos y lesionados por Carabineros. Frente a estos hechos criminales, los pobladores y pobladoras de la Bahía respondieron mediante el carnaval. Un carnaval que celebró lo bello que se tiene y lo que se quiere proteger para las generaciones venideras.
¡Basta de criminalización a los movimientos sociales!
¡No a los terminales de GNL en la Bahía de Concepción!
¡Salvemos nuestra Bahía!