[resumen.cl] Pedro Castillo Terrones, nació en la localidad de Tacabamba (3 mil habitantes), ubicada en la Provincia de Chota, Departamento de Cajamarca el 19 de octubre de 1969. Aquel año el general Velasco Alvarado, quien gobernaba el Perú, decretó una ley de reforma agraria que permitió a los padres del electo presidente del Perú acceder por primera vez a la tierra y terminar con el régimen de servidumbre que mantenían en el latifundio de la familia Herrera. "Aquel año dejamos de ser esclavos", recordó el anciano Ireño Castillo.
Ireño y Mavila, los padres de Pedro Castillo eran analfabetos, como la casi totalidad de campesinos de la sierra peruana en aquellos años, sus hijos fueron al colegio no sin los grandes esfuerzos que caracteriza la asistencia de niños y niñas de las zonas andinas peruanas a las escuelas. Durante los periodos de vacaciones, Pedro Castillo, junto a sus hermanos, se trasladaban a la zona amazónica del Perú a trabajar como temporeros cultivando arroz, cuando no como vendedor de diarios o vendedor de helados como recuerda su hermana Mercedes.
Siempre combinó los estudios con el trabajo, hasta cuando se matriculó para ser profesor. Estudió en el Instituto Superior Pedagógico Octavio Matta Contreras de la provincia de Cutervo, departamento de Cajamarca, y es bachiller en educación por la Universidad César Vallejo (en la ciudad de Trujillo), donde también obtuvo un magíster en Psicología Educativa. Desde 1995, Pedro Castillo se ha desempeñado como maestro rural, es casado con la también profesora rural Lilia Ulcida Paredes Navarro, con quien tiene una hija y un hijo.
Pedro Castillo, como otros campesinos peruanos, integró las Rondas Campesinas, grupos precariamente armados, nacidos para combatir la delincuencia rural en los años 70 y que durante los años de guerra interna en el país, en la década de los 80 y principios de los 90, en algunas zonas del Perú enfrentaron a las guerrillas como Sendero Luminoso y el Túpac Amaru.
El año 2002, Pedro Castillo realizó por primera vez una incursión en política. Se presentó a la alcaldía de Anguía, Departamento de Cajamarca, por Perú Posible, el partido de Alejandro Toledo, quien gobernó tras el decenio de la dictadura de Fujimori. Lo hizo implementando políticas neoliberal iniciadas anteriormente, con niveles de corrupción también muy parecidos al del anterior periodo. Toledo hoy enfrenta un proceso judicial por recibir sobornos y se encuentra en libertad bajo fianza en Estados Unidos con un pedido de extradición al Perú. Por su parte, Pedro Castillo se mantuvo ligado a este partido hasta el año 2017.
Pero no será la política lo que hará saltar a la fama a Pedro Castillo, sino que la acción sindical. El año 2017 se desató una huelga de docentes en todo el Perú que buscaba el aumento de remuneraciones, el pago de la deuda social, la derogatoria de la Ley de la Carrera Pública Magisterial (símil de la Ley de Carrera Docente chilena) y el incremento del presupuesto en el sector educación
La dirigencia del gremio docente, el mayor sindicato del Perú, Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (SUTEP), tradicionalmente bajo influencia del Partido Comunista del Perú Patria Roja (PCP-PR) venía negociando los conflictos con los gobiernos de turno, sin embargo esta vez las bases sobrepasaron a las cúpulas dirigénciales y levantaron un movimiento que resultó histórico para el gremio. En él, Pedro Castillo fue cobrando protagonismo hasta convertirse en el líder.
En este proceso se articularon diversos grupos de docentes, entre ellos profesores rurales ligados al Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales (MOVADEF), heredero político de la antigua guerrilla maoísta de Sendero Luminoso, lo que dio origen a la campaña de "terruqueo" (mackartismo a la peruana) en contra de Pedro Castillo en la presente elección. Ante la cual siempre Castillo ha respondido que desde joven fue "rondero" y combatió a Sendero.
Aquella huelga docente encontró eco en grandes medios de comunicación ligados al fujimorismo, que veían en este conflicto gremial la posibilidad de desestabilizar al entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski. De hecho, fue Kuczynski y los medios que el gobierno controlaban, quienes acusaron que la dirigencia sindical estaba relacionada con el Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales (Movadef), heredero político de Sendero Luminoso. Finalmente, esta huelga puso a Castillo en el escenario político nacional.
En ese contexto, el partido de izquierda de carácter regional (Perú Libre), centrado en el Departamento de Junín, cuyo líder histórico es el polémico Vladimir Cerrón, quien ha gobernado aquel departamento en dos ocasiones y que ha sido sentenciado por corrupción, quedó sin opción de competir. Perú Libre decidió entonces invitar a este dirigente del profesorado que había alcanzado notoriedad pública hace unos años, para intentar salvar con estos votos la legalidad del partido en este proceso electoral. Pedro Castillo aceptó la invitación de Perú Libre e inició una campaña por pequeñas localidades de la sierra peruana, recorriéndolas de norte a sur.
El día de la primera vuelta electoral, Pedro Castillo ni siquiera figuraba en las encuestas, fue la mayor sorpresa electoral y las urnas lo daban con la primera mayoría, esperando rival entre los candidatos de derechas que se disputaban el segundo lugar, que fue para Keiko Fujimori, hija del ex dictador y genocida, que además enfrenta procesos judiciales por corrupción, por los cuales ya ha estado en la cárcel.
La dimensión popular de Pedro Castillo es incuestionable. En solo un mes le han escrito 32 canciones en ritmos tan distintos como cumbia, música andina y otros estilos. Toda la debilitada y fragmentada izquierda peruana se puso tras de él para detener la posibilidad de un retorno al poder del fujimorismo. Por su parte, la derecha también lo hizo tras la figura de Fujimori, todos los grandes medios de comunicación intensificaron la campaña de «terruqueo", en su contra, afirmando que "que quiere expropiarle sus casas a la gente" o "que no está preparado para gobernar", entre otras afirmaciones. El excandidato de ultraderecha, Rafael López Aliaga, derrotado en primera vuelta, llamó abiertamente a "matar a Castillo y Cerrón".
En abril, tras conocerse los resultados en primera vuelta, por primera vez los periodistas de la televisión y grandes medios subieron a la sierra en Cajamarca, donde vive Pedro Castillo. En entrevistas ha dicho no ser comunista, más bien se ha presentado como cristiano y conservador en diversos aspectos. Propone políticas redistributivas de la riqueza producida en el país y eso vale para que las elites le vean con desconfianza.
El gobierno de Castillo se podría enfrentar al bloqueo constante por parte de la derecha mayoritaria en el parlamento e podría buscar su destitución, lo cual puede gatillar escenarios de movilización en las calles. Castillo sabe que su única salida en una asamblea constituyente y ha centrado su campaña en ello y multitudes sintonizan con esa demanda, sobre todo de sectores populares que vivieron la guerra sucia de Fujimori y ahora sufren violentos procesos extractivistas de la gran minería.
Los resultados provisionales así lo dicen. En Junín, la cuna del partido que apoyó a Castillo (Perú Libre) Pedro Castillo alcanzó el 58% de apoyo, sin embargo, en la zona Andina que vivió el proceso de guerra interna en los 80 y 90, la población mayoritariamente quechua ha dado respaldos masivos a Castillo: Ayacucho 82,6%, Huancavelica 84,9%, Cuzco 83,2%. También hay que resaltar que la mayor votación de Castillo se concentra en el Departamento Aymara de Puno 89,3%, donde sin duda ha jugado un papel fundamental el apoyo de Luis Arce, el actual presidente de Bolivia. En zonas costeras con tradición de izquierda como Tacna, Castillo alcanzo el 72,6%, superior incluso al resultado que alcanzo en su Cajamarca natal donde logro el 71,3% de las preferencias.