El Estado de Israel tiene por política violar las resoluciones de las Naciones Unidas con respecto a la solución del conflicto en Palestina, desde 1947 hasta la actualidad. Violó el propio acuerdo firmado por ellos con la Autoridad Nacional Palestina en 1993, en Oslo, transgredió las normas internacionales al agredir a otros países vecinos como el Líbano o Siria, o atacar pasos fronterizos con Egipto. Por otra parte, quebrantó los tratados de no proliferación de armas nucleares y transgredió las propias normas internacionales en caso de guerra, al bombear indiscriminadamente población civil con armas prohibidas como el fósforo blanco.

Este desprecio al orden internacional solo se entiende desde una posición de fuerza, al apoyo que siempre ha recibido de potencias imperialistas como Estados Unidos y el Reino Unido y a la vista gorda o complaciente de otros estados occidentales, sumado al coro de los grandes medios internacionales de comunicación serviles a los intereses imperialistas.

Desde allí se presiona a líderes políticos que solidarizan con Palestina y denuncian las violaciones al Derecho Internacional y los Derechos Humanos. La cuestión es contradictoria en Occidente, pues si bien, por una parte, los gobiernos se muestran condescendiente con el régimen israelí, las calles se inundan de apoyo al pueblo palestino en toda Europa y Norteamérica.

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Estos últimos días, Israel ha recibido críticas de occidente al bombardeo masivo realizado contra la población civil el Gaza, ante lo que su cancillería y sus embajadores han salido a actuar con notoria agresividad. Dos casos han llamado la atención internacionalmente, por una parte, las declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores de Israel en contra del Papa Francisco y por otra, la polémica abierta entre el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el embajador israelí instalado en dicho país.

En general, en varios países las amenazas de los embajadores israelíes surten efectos, especialmente porque son apoyadas desde Estados Unidos y muchas cancillerías latinoamericanas son absolutamente sometidas a Washington. A esto, hay que agregar que los grandes medios actúan como amplificadores de la propaganda de guerra israelí, atacando a las propias autoridades de los estados que osen cuestionar el genocidio y limpieza étnica que hoy se lleva a cabo en Palestina.

Sin embargo, el embajador de Israel se encontró con un presidente al cual no le marcan la política internacional desde Washington: Gustavo Petro.

El gobierno de Gustavo Petro ha dado muestras de independencia y dignidad a la hora de conducir su política internacional. Ya lo demostró en el caso del Golpe de Estado en Perú y su condena rotunda a la dictadura de Dina Boluarte, y ahora lo demuestra con Israel, condenando las atrocidades cometidas por las fuerzas militares israelíes contra civiles palestinos, demostrando que no acepta tutelas de nadie.

Todo comenzó cuando Petro publico la siguiente frase en la red social X (ex twitter): "Terrorismo es matar niños inocentes, sea en Colombia, sea en Palestina"

A esto, añadió más tarde:  "Ningún demócrata en el mundo puede aceptar que Gaza sea convertida en un campo de concentración", solicitando además el cumplimiento de las resoluciones de la ONU que demandan la creación de dos estados como solución al conflicto.

El embajador de Israel respondió invitando a Petro a visitar el ex campo de exterminio Nazi de Auschwitz, en Polonia, en la clásica estrategia comunicacional del Estado israelí de homologar sionismo con judaísmo, a lo que Petro respondió:  "Ya estuve en el campo de concentración de Auschwitz y ahora lo veo calcado en Gaza".

Las declaraciones de Petro dejaron fuera de juego al embajador israelí, ante lo que contestaron convocando a la embajadora de Colombia en Israel para una «reprimenda». Además, acusa a Petro de apoyar las atrocidades de Hamas y avivar el antisemitismo, acotando en su comunicado que,  "Israel decidió detener las exportaciones de seguridad a Colombia"

Gustavo Petro no se dejó intimidar y replicó en su cuenta en X: "Si hay que suspender relaciones exteriores con Israel, las suspendemos. No apoyamos genocidios". Agregando,  "Al presidente de Colombia no se le insulta".

En este mismo twitt, Petro señala: "Ni los Yair Klein, ni los Raifal Eithan podrán decir cuál es la historia de la paz de Colombia. Desataron la masacre y el genocidio en Colombia". A  continuación, afirmó que, "algún día el Ejército y el gobierno de Israel nos pedirá perdón por lo que hicieron sus hombres en nuestra tierra, desatando el genocidio. Me abrazaré con ellos y ellas y lloraré por el homicidio de Auschwitz y de Gaza, y por el Auschwitz colombiano. Hitler será derrotado en bien de la humanidad, su democracia, la Paz y la libertad del mundo".

En esta línea, el mandatario Gustavo Petro hace abierta alusión a la participación de los agentes israelíes Yair Klein y Raifal Eithan, en el entrenamiento criminal de los líderes paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), como también del Cartel de Medellín por parte de Yair Klein.

En el caso del agente del Mosad Raifal Eithan, asesorando a las cúpulas militares de Colombia en "prácticas contra terrorismo",  que terminaron con en el genocidio político de la Unión patriótica, ex guerrilleros desmovilizados a través de un acuerdo de paz. La OEA reconoció oficialmente este genocidio en 1993 y cuantifico en 1.163 las personas asesinadas y 123 detenidos desaparecidos.

Petro ha sido muy claro, "Colombia, como nos enseñó Bolívar y Nariño, es un pueblo independiente, soberano y justo", y definió la política exterior colombiana en las últimas décadas como: "Supeditarse a toda política exterior de los EEUU, incluido votar contra la inmensa mayoría de las naciones del mundo, cuando estas enarbolaban principios del Derecho Internacional".

El mandatario expresó que, "Gaza aparece hoy tan destruida o más que el guetto de Varsovia después que, como respuesta a la insurrección judía y socialista en ese campo de concentración, fue destruido por la barbarie Nazi". De esta manera, intentó desnudar el papel de la prensa colombiana e internacional : "Pueden poner a todos los sionistas a hablar en la prensa pero aquí voy a hacer otra comparación histórica".

Además, se refirió al papel de los gobiernos de derecha en Europa: "Ante nuestros ojos, las sociedades occidentales eligieron derechas en sus gobiernos asustadas por la inmigración y esas derechas terminan apoyando la extrema derecha israelí llevando al mundo a un 1933 global".

Volviendo al papel de los medios occidentales respecto a la situación en Palestina, Gustavo Petro sentenció: "Buena parte de la prensa colombiana, en su afán de atacarme, ha caído en la propaganda del sionismo internacional que apoya a la extrema derecha israelí en el poder y que rechaza una solución pacífica al conflicto de 75 años. Es bueno que se sepa que el sionismo es apenas una corriente política".