Tras los emplazamientos de comunidades y organizaciones sociales, finalmente Conaf se pronunció ante la solicitud de la empresa china que pretendía declarar al proyecto hidroeléctrico como interés nacional, lo que permitiría la tala de las especies Naranjillo y Guindo Santo. Desde el municipio de Santa Bárbara informaron que la empresa no podrá cortar ni alterar dichas especies, presentes en la cuenca del río Biobío.
Por J. Arroyo Olea
Este lunes finalmente la municipalidad de Santa Bárbara dio a conocer la resolución que entregó la Corporación Nacional Forestal (Conaf) respecto a la solicitud de la empresa Rucalhue Energía SpA (sostenida por los capitales de China International Water & Electric) para que el proyecto hidroeléctrico que pretende instalarse en la localidad homónima fuera declarado de interés nacional.
Su eventual declaración permitiría que la empresa pudiera talar especies nativas y declaradas como vulnerables, pese a formar parte del bosque nativo de preservación. Concretamente, acorde a lo que informó anteriormente Conaf a RESUMEN, dichas afectaciones intervendrían «8,95 hectáreas de bosque nativo de preservación, espacio donde se verían comprometidos 379 ejemplares de ambas especies: 307 de Naranjillo y 72 de Guindo Santo».
Para esto, Conaf solicitó una serie de antecedentes y pronunciamientos a distintas entidades, además de contar con el antecedente de un informe de la propia entidad que acreditaba la tala de árboles nativos vulnerables por parte de la empresa, sin contar con autorización ni plan de manejo sobre esta.
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En este sentido, la municipalidad de Santa Bárbara informó que fue notificada del rechazo a la alteración e intervención del «hábitat de especies en categoría de conservación solicitada por la empresa Rucalhue Energía SpA, en el marco del proyecto Central Hidroeléctrica Rucalhue».
Concretamente, se trata de las especies de Guindo Santo y Naranjillo, «dos árboles que forman parte del patrimonio natural de esta comuna y que guardan importancia en muchos proceso naturales así como en la producción de miel», indican desde el municipio, sobre el rol de estas especies que pretendían ser taladas o removidas en el marco del proyecto.
De esta forma, Conaf planteó que «las medidas para proteger la especie a pesar de la intervención no eran suficientes ni ajustadas al reglamento actual», por lo que «no se pudo demostrar ni comprobar que las actividades del proyecto Central Hidroeléctrica Rucalhue sean de interés nacional», provocando el rechazo de la solicitud.
Así, la empresa no podrá alterar ni cortar las especies nativas que se encuentran en la cuenca del Biobío. Sin embargo, no se omite la posibilidad de una eventual presentación de recursos para apelar a la decisión.
Este hecho es producto de una serie de formas de movilización y emplazamientos que han desarrollado organizaciones sociales y comunidades que han levantado la voz contra el proyecto hidroeléctrico, las mismas que acusan ser criminalizadas por la propia empresa en el territorio.