El Partido Democrático Trabalhista (PDT) de Brasil, cuyo candidato presidencial Ciro Gomes obtuvo el 3% de la votación el pasado domingo, anunció ayer martes su apoyo a la candidatura de Luiz Inácio «Lula» da Silva -quien obtuvo el 48,4%- para la segunda vuelta de las elecciones, la que se celebrará el próximo domingo 30 de octubre.
Por Alejandro Baeza
El PDT es un partido socialdemócrata adscrito a la Internacional Socialista, es decir, identificado con la centroizquierda y que reivindica a Getúlio Vargas.
Para las elecciones presidenciales realizadas el pasado 2 de octubre, llevaron como candidato al exgobernador del Estado de Ceará, Ciro Gomes, quien a su vez fue ministro de Hacienda de Itamar Franco y ministro de Integración Nacional de Lula, quedando en cuarto lugar, con 3,04% del total, equivalentes a 3.599.287 votos.
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Frente al escenario de la segunda vuelta que tendrá a Lula enfrentándose al ultraderechista Bolsonaro, el PDT resolvió este martes 4 entregar su apoyo al líder de PT, quien se impuso en la primera vuelta con un 48,43% versus el 43,2% del actual mandatario, pese a que construyó su campaña en gran medida en contra de da Silva.
Además, se está a la espera además de la decisión de la senadora Simone Tebet, postulante presidencial del Movimiento Democrático Brasileño, que terminó en tercer lugar con 4,16%, quien señaló que ya tiene su desición tomada, pero que daría 48 horas para que los partidos de la alianza se manifiesten.
«No esperen de mí omisión, tomen pronto la decisión, porque la mía ya está tomada... me voy a pronunciar en el momento. Deben entender que este no es cualquier momento en Brasil», señaló.
Lula llega a esta contienda con una amplia coalición denominada «Federación Brasileña de la Esperanza» con diversos partidos y movimientos de izquierda, pero que también incluye a partidos de centro e incluso figuras de centroderecha, como su aspirante a vicepresidente, Geraldo Alckmin, quien si bien ahora milita en el Partido Socialista, fue durante años dirigente (hasta presidente) del Partido Socialdemócrata de Brasil (PSDB), que ya tuvo la administración del país con el presidente Fernando Henrique Cardoso, que estuvo caracterizado por políticas neoliberales en la década de los noventa.
Así las cosas, el PT tuvo que ampliar su alianza con sectores hacia su derecha, por lo que es posible prever que de ganar será una versión más moderada de Lula y un gobierno más centrista.
No obstante, la derrota de Bolsonaro y todo lo que representa sería buena noticia para América Latina, pues significa un revés a las posturas atávicas y ultraconservadoras que han logrado conseguir un avance peligroso durante las últimas décadas en la región y suponen una amenaza para los derechos de grandes sectores de la población, del medio ambiente, así como una cesión de la soberanía hacia Estados Unidos.