Por: Adrián Ríos Pincheira

La ONU pretendía erradicar el hambre en 2030, pero este objetivo se aleja definitivamente, según los informes de la organización, agregando que «cuatro de cada diez» latinoamericanos ya están en inseguridad alimentaria.

Qu Dongyu, director general de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en rueda de prensa dada en Nueva York dice: «Esperábamos que hoy el mundo hubiese salido de la crisis del Covid-19, pero la pandemia sigue ahí".

Continúa señalando que «En 2021 padecían hambre entre 702 y 828 millones de personas«, es decir, casi el 9,8% de la población mundial, esto según un informe elaborado entre la FAO, el Fondo Internacional para el Desarrollo de la Agricultura (FIDA), Unicef, el Programa Mundial de Alimentos (PAM) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Por su parte, la FAO advierte: «el mundo se está alejando de su objetivo de acabar con el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición en todas sus formas de aquí a 2030». La organización define que 670 millones sufrirán hambre al final de esta década, cifra similar al de 2015, cuando la ONU se fijó el objetivo de erradicarla.

Impacto del hambre en América Latina

En América Latina y el Caribe, «en solo dos años, 13 millones de personas han caído en el hambre y «cuatro de cada diez viven con inseguridad alimentaria», según señala el representante de FAO, Julio Berdegué, quien define la situación como «extremadamente grave». Según el informe, del total de personas con hambre en 2021 en el mundo, un 7,4% corresponde a América Latina y el Caribe.

Desagregando los datos, el Caribe tiene la mayor proporción de población con hambre, sobre el 16%, siendo el doble que en América Central y del Sur. Desde 2015, «el hambre casi se ha duplicado en América del Sur», en el Caribe aumentó un 2,2% y en América Central, un 0,9%.

En términos totales, en 2021 "el 40,6 % de la población (268 millones de personas) enfrentó inseguridad alimentaria moderada o grave, es decir, un 1,1% más que en 2020» en la región de América Latina y el Caribe, precisa el vocero. El problema del hambre no es solo de grupos sociales históricamente pobres, sino que «la inseguridad alimentaria ha llegado a las ciudades y a decenas de miles de hogares que antes no la habían vivido», alertó Berdegué.

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Un dato aún más alarmante es la brecha de género, que se amplió mundialmente entre 2020 y 2021, pero que «es más evidente en América Latina y el Caribe". Las cifras señalan que: «En 2021, el 31,9 % de las mujeres en el mundo padecía inseguridad alimentaria moderada o grave en comparación con el 27,6 % de los hombres«, en América Latina y el Caribe «la diferencia entre hombres y mujeres fue de 11,3 puntos porcentuales«.

Las cinco organizaciones implicadas en el informe concluyen que «la intensificación de los principales factores de la inseguridad alimentaria y la malnutrición, a saber, los conflictos, los fenómenos climáticos extremos y las perturbaciones económicas, en combinación con el aumento de las desigualdades«.

Por último, alertan que, de no adoptarse medidas drásticas, a escala mundial, «todos nuestros esfuerzos habrán servido simplemente a atajar las grandes crisis que hemos vivido», señaló el presidente del FIDA, Gilbert Houngbo a la agencia francesa AFP.