El informe elaborado por la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos de La Araucanía detalla la detención de 22 jóvenes estudiantes en 1986 en el cuartel clandestino de la CNI que fue declarado como Monumento Histórico por el Consejo de Monumentos Nacionales.
Por Michelle Martínez Pinto
El Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), durante mayo pasado, aprobó la solicitud de declarar el cuartel clandestino utilizado por la CNI, de Miraflores 724, como Monumento Histórico tras el ingreso de un oficio en 2019 siendo este impulsado por la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos de La Araucanía.
El evento en concreto que permitió gestionar la solicitud fue un informe realizado por la agrupación de DDHH, el que contenía información sobre el caso del campamento de Lautaro «El Rocío», lugar donde veintidós jóvenes estudiantes, de entre 16 a 25 años, pertenecientes o simpatizantes de las juventudes comunistas, fueron detenidos y torturados en el cuartel Miraflores 724, durante el verano de 1986. De acuerdo al informe revisado por el CMN, se estima que el establecimiento funcionó como centro clandestino de la CNI entre octubre de 1981 y septiembre de 1986.
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En la Araucanía existen 13 sitios memoriales establecidos en lugares donde asesinaron o desaparecieron a personas durante la dictadura militar, y otros están ubicados en zonas emblemáticas de sus comunas. De estos 13 sitios, siete espacios se encuentran en Temuco.
En esta línea, el reconocimiento de Miraflores 724 representa un precedente importante en la labor de reconstrucción de la memoria tras la dictadura cívico-militar, ya que es el primer ex Cuartel de la Central Nacional de Informaciones (CNI) en ser nombrado como un lugar de memoria en la región de La Araucanía.
En 2010, Jorge Palacios Mery, Pedro Guzmán Olivares, y Erasmo Segundo Bravo fueron sentenciados a 540 días de presidio menor, tras ser condenados como autores de los delitos de apremios ilegítimos realizados hacia las personas detenidas en dicho recinto clandestino de la CNI. De las 22 personas detenidas y torturadas en enero de 1986, catorce fueron parte del juicio. Quienes declararon durante la causa fueron Kristel Dossow Teillier, Juan Carlos Durán Fuentes, Sergio Cabello Romo, Julián Valdés Recabarren, Manuel Moreno Torres, Raúl Calfulén Quintriqueo, Rodrigo Cárdenas Neira, Víctor Cárdenas Díaz, Alexis Conteras Díaz, Víctor Jofré Valenzuela, Cristina Miranda Osorio, Alejandro Almonacid Sandoval, Lucilia Vallejo Medina y Flor Muñoz Meriches.
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Durante el juicio realizado a los agentes de la CNI, se rescata que se detectaron algunos patrones en los procedimientos. Parte del informe elaborado para el reconocimiento de Miraflores 724 como Sitio de Memoria describe cómo las victimas durante el juicio en 2010 declararon que fueron detenidas y secuestradas desde vehículos particulares que terminaron perteneciendo a los oficiales de la CNI. Paralelo a ello, en la misma instancia las víctimas detallaron el perfil de los torturadores como civiles que portaban un brazalete rojo y que trabajaban en grupo para detener a las víctimas con el fin de llevarlas al centro de detención clandestino.
Uno de los factores que impidió la identificación temprana de Miraflores 724 como cuartel de la CNI fue que las víctimas iban amarradas y con los ojos vendados al momento de ser forzadas a ingresar al recinto, de acuerdo a uno de los archivos elaborados por la organización Memoria Viva.
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Tras ser detenidos, las torturas perpetradas por los militares de la CNI incluían golpizas, la aplicación de electricidad, y, en algunos casos, abusos sexuales hacia las víctimas. Además de esto, fueron fotografiados y filmados por TVN, siendo obligados a declarar que fueron parte de una escuela de guerrillas cuyo propósito era derrocar la dictadura de Pinochet, de acuerdo a lo detallado por el informe.
En la actualidad, el recinto funciona como un Cantón de Reclutamiento para el servicio militar en Temuco, además de ser una oficina dedicada a la administración pública y de defensa. Parte de las proyecciones que tiene la agrupación tras la declaración de Monumento Histórico de Miraflores 724 es la recuperación del espacio completo para desarrollar acciones conmemorativas, educativas y culturales para promover una cultura de Derechos Humanos y memoria en la comuna.