[resumen.cl] Contra viento y marea han tenido que lidiar los miembros de la Mutual Bautista Van Schouwen para convertir El Morro de Talcahuano en Monumento Histórico Nacional y primer Sitio de Memoria de la región. Primero consiguieron que su carpeta ingresara al Consejo de Monumentos Nacionales y el 23 de noviembre de 2016 fuera votada por el Consejo de forma favorable. Sin embargo, debieron esperar hasta el 6 de julio de 2017 para que dicho acto se convirtiera en legal, tras la firma del decreto respectivo por la ministra de educación, la toma de razón de la Contraloría General de la República y su publicación en el diario oficial.
Desde esa fecha hasta hoy, los mutualistas han desarrollado un trabajo de recuperación del espacio, seriamente impactado por el abandono en el cual se encontraba. La Mutual ha desarrollado diversas actividades, incluido un acto oficial, visitas guiadas, entrevistas y artículos de prensa, encuentros con distintas autoridades, con la finalidad de poner en valor y en uso público este sitio. No obstante, el despliegue de estos mutualistas, no ha tenido el respaldo hasta el momento por las diversas autoridades involucradas, tanto comunales como provinciales y regionales. El sitio, desde su declaratoria, permanece como un recinto plagado de microbasurales, utilizado para el consumo de alcohol y drogas, e incluso ha sido vandalizado, a pesar de su carácter actual de Monumento Histórico, por personas que han arrojado pintura y han rayado su estructura, como también destruido sus muros.
A pesar de la falta de apoyo de las autoridades, los mutualistas no descansan y ante la solicitud de realizar visitas guiadas al Sitio por parte de jóvenes estudiantes de la comuna de Talcahuano y de la provincia de Concepción, este domingo realizaron una jornada de limpieza de este ex centro clandestino de detención y torturas. Actividad que fue, además, coronada con la realización de un mural que identifica claramente el lugar como Monumento Nacional para evitar que siga siendo utilizado como basural y dañado, y de serlo, poder presentar las acciones legales que corresponda contra los inescrupulosos.