Más allá de los cortes de energía: El vertedero de cenizas que mantiene Enel en Coronel

En el último tiempo, la multinacional Enel ha sido cuestionada por los diversos cortes de luz a nivel nacional tras el temporal de viento ocurrido el 1 de agosto. Solo en la Región Metropolitana, más de 8 mil clientes siguen sin tener suministro eléctrico, número que asciende a sobre 18 mil a lo largo del país. Sin embargo, esta no es la única instancia en la que la empresa eléctrica le ha fallado a la comunidad.

Por Valentín Jara

En Coronel, la empresa Enel, después del cierre definitivo de la central termoeléctrica Bocamina, dejó tras de sí un vertedero de cenizas el cual sigue presente en la comuna, habiendo pasado ya casi dos años desde el cese de operaciones de la central de energía.

"La afectación es enorme, existe un daño social y ambiental incalculable", comentó Julio Leyton, presidente de la organización CorpMaule, sobre las consecuencias de la presencia continuada del vertedero en la comuna.

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Con respecto a la ubicación del vertedero, Leyton señaló que "está entre dos zonas turísticas y patrimoniales: Puchoco Schwager y Maule Schwager, con probable contaminación a las napas subterráneas y al medio ambiente. Además, se encuentra a metros del monumento nacional Cabrias del Pique Arenas Blancas".

A su vez, el presidente de CorpMaule indicó que no se han realizado acciones concretas para mitigar el impacto del vertedero en la comuna. Sumado a esto, añadió que "es relevante señalar que el vertedero siempre ha tenido el rechazo absoluto de la población existiendo desconfianza de los procesos. Esperamos no seguir siendo la comuna de sacrificio ambiental que somos hasta ahora".

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Frente a esta situación, el Seremi del Medio Ambiente de la Región del Biobío, Pablo Pinto, señaló que «el trabajo lo tiene que hacer la empresa, obviamente que con lo dispuesto en la RCA (resolución de calificación ambiental) de acuerdo a la fase de cierre. Eso está bajo la supervisión de la Superintendencia del Medio Ambiente".

La central termoeléctrica Bocamina, propiedad de Enel, cerró sus operaciones entre los años 2020 y 2022, tras años de denuncias por el impacto medioambiental y sanitario que ocasionó en la población de Coronel. Específicamente, las emisiones por la combustión de carbón generadas por la central fueron atribuidas como las responsables de causar enfermedades crónicas, pulmonares y hasta incluso cánceres asociados a la exposición a metales pesados.

Zona de sacrificio

El vertedero de cenizas obtuvo una autorización para ser ampliado el año 2010. Tras esto, se convirtió en la zona con mayor concentración de metales pesados en Coronel. Desde ese año hasta el día de hoy, Enel ha recibido una multitud de denuncias debido a la falta de regulaciones en las instalaciones del vertedero, tanto por entidades como la Superintendencia del Medio Ambiente como también por distintas organizaciones ambientales coronelinas y dirigentes sociales de la ciudad.

Incluso después del cierre de la central Bocamina, el vertedero todavía se mantiene presente en la ciudad, y según Julio Leyton, el problema de la contaminación sigue siendo parte del día a día de los habitantes de Coronel, generando graves problemas a la salud y al medio ambiente, manteniendo a la comuna como zona de sacrificio.

 

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