Fabiola fue una de las tantas mujeres que valientemente se comprometió con la defensa de los derechos humanos, contra la represión provocada por el terrorismo de Estado practicado por la dictadura cívico militar.
Junto a Blanca Rengifo, Adriana Vargas, Magdalena Navarrete, María Pilquil, madres, compañeras, esposas, hermanas de presos políticos, de detenidos desaparecidos y de ejecutados políticos, las compañeras del CODEM, la UNED y del CCT, encabezaron el Comité de Defensa de Los Derechos del Pueblo, CODEPU.
Eran años donde la gesta épica de luchadores de la resistencia popular, fue mostrando que no había que esperar mejores condiciones para luchar contra la dictadura, sino que la lucha misma iba a ir ensanchando los caminos de la resistencia antidictatorial.
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Mas allá de los reconocimientos oficiales, que nunca llegaron en la llamada transición hacia la democracia, Fabiola en más de una ocasión me planteó la necesidad de levantar el reconocimiento que merecían anónimas/os mujeres y hombres provenientes de las filas del pueblo.
Sin duda aquellos nombres, como el de ella, ya están inscritos en la memoria de las luchas populares. Estar a la altura de esos ejemplos es un imperativo de nuestra existencia.
Honor y gloria a Fabiola, Amelia, Carlota, Claudia y tantas hijas e hijos del pueblo que entregaron su vida para transformar las oprobiosas estructuras de la dominación y la injusticia.
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Escrito facilitado por Mauricio Ahumada