Estas imágenes exclusivas reveladas por Resumen muestran el fondo marino del seno Skyring de Magallanes cubierto con una densa capa de alimento (o pellet) y fecas de salmones. Se observa una caída constante de estos desechos al fondo. El color blanquecino corresponde a capas de bacterias del género Beggiatoa. Esta bacteria es indicadora de la mala calidad de este ambiente donde muy pocos organismos pueden sobrevivir. Esto debido a la nula presencia de oxígeno y las altas cantidades de materia orgánica, además de compuestos contaminantes emitidos históricamente por la industria, tales como pesticidas, antibióticos y compuestos orgánicos persistentes. La única lancha fiscalizadora de Sernapesca que debería operar justamente en el seno Skyring de Magallanes se encuentra fuera de servicio.
Por: Alberto San Martín
El presente registro corresponde al centro de cultivo de una de las empresas más importantes que operan en Chile. Las imágenes muestran el fondo marino característico de un ambiente sin oxígeno dominado por bacterias y confirman lo que decenas de testimonios de buzos de la industria han indicado a este medio: que las descargas salmoneras generan fuertes perturbaciones en los ecosistemas locales. Se trata de las consecuencias del incremento de las cantidades de materia orgánica en el fondo marino, aumento de la carga de nutrientes en el ecosistema, liberación de desechos líquidos y sólidos, modificación de la estructura de las comunidades biológicas y facilitación para la dispersión de enfermedades propias del hacinamiento de estos peces cultivados, entre otras consecuencias.
El desarrollo de la industria salmonera en Chile se da en un contexto de profundo cuestionamiento a este sector extractivista. Todas las etapas de su circuito de producción de mercancías en base al cultivo de salmones introducidos a los ecosistemas locales generan impactos ambientales como: alta demanda de harina de peces silvestres e insumos de la agroindustria; contaminación en ríos, lagos y zonas costeras con basura, residuos orgánicos, compuestos tóxicos (pesticidas) y antibióticos; contribución a la diseminación de organismos parásitos y a la propagación de microalgas, y también de los propios salmones mediante escapes masivos, entre otras consecuencias.
Además, múltiples denuncias indican que empresas suelen operar en el margen de la legalidad, sin problemas para traspasarla, amparados probablemente en la escasa capacidad de fiscalización estatal y la remota ubicación de sus centros de cultivo en los fiordos y senos australes.
Extrema peligrosidad en las faenas de la industria salmonera en el sur de Chile.
Más de 30 años de operación de la industria salmonera en la región de la Los Lagos, han generado trastornos sociales en Chiloé y otros territorios donde se ha emplazado. Las características de los escasos puestos de trabajo ofrecidos por la acuicultura industrial y la salmonicultura, implican una fuerte precarización laboral, bajos salarios, vulneraciones de derechos de todo tipo y muy poca extensión en el tiempo debido a la degradación ambiental que genera esta industria.
Un informe de 2021 del centro Ecocéanos registró más de 60 muertes de trabajadores y trabajadoras de la industria salmonera entre julio de 2013 y marzo de 2022.
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El informe reveló que solamente entre enero y diciembre de 2021 fallecieron 14 trabajadores/as en los centros de cultivos, plantas procesadoras y transporte naviero debido a las precarias condiciones laborales imperantes, consecuencia de los altos niveles de contratos temporales, subcontratación, falta de controles estatales, y una sorprendente indolencia empresarial.
En agosto de 2022, una joven trabajadora buzo comercial murió en el centro de cultivo Aracena 2 de la empresa Nova Austral en el parque Parque Nacional De Agostini en la Región de Magallanes. Otros dos buzos sufrieron una descompensación y fueron trasladados al hospital de la Armada.
Salmoneras: un negocio contaminante y de alto costo que requiere mucha proteína animal y vegetal
La salmonicultura industrial en Chile, requiere un enorme volumen de insumos alimentarios desde la agroindustria y la pesca industrial, ya genera una fuerte presión sobre las poblaciones de peces y sobre los territorios que soportan cultivos agroindustriales en el cono sur de Sudamérica, los que terminan alimentando a estos peces cultivados en vez de las personas que habitan los territorios.
Un estudio de 2020 evaluó cómo los salmones transportan contaminantes orgánicos persistentes en ecosistemas de la Patagonia. La investigación apunta a que esta especie invasora y cuya crianza industrial ha generado grandes impactos socioambientales, está contribuyendo al deterioro de la región patagónica, que permanecía relativamente poco perturbada.
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Los contaminantes orgánicos persistentes son compuestos químicos que se pueden mantener en el ambiente por un largo tiempo ya que resisten a la degradación, se pueden transportar por grandes distancias, se acumulan en los tejidos de los seres vivos y generan efectos dañinos en estos.
El Estado sin capacidad de fiscalización ante la megaindustria.
Esta semana, la ONG Centro Ecocéanos reveló que la única lancha fiscalizadora del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura en la Patagonia chilena estará fuera de servicio hasta enero del 2023, informó Radio del Mar.
Se trataba de la única lancha que tenía por misión fiscalizar a los centros de cultivo de esta industria, precisamente en el mencionado Seno Skyring de Magallanes.
El director del Sernapesca de Magallanes indicó al citado medio que "Es una lancha que nos permite fiscalizar al usuario sin aviso previo porque antes de contar con esta unidad dependíamos de los propios usuarios para fiscalizar los centros de cultivo". Díaz agregó que "con esta embarcación pudimos abordar un problema de escape de peces en el seno Skyring. Si no hubiésemos contado con la lancha, eso habría sido mucho más complejo"
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"El cese temporal de funcionamiento de la única lancha fiscalizadora del Sernapesca en la Patagonia chilena es una nueva alerta sobre la urgente necesidad de dotar de una mayor y robusta capacidad de fiscalización estatal a la región de Magallanes. Allí existen 119 centros centros de cultivo de salmones, ubicados mayoritariamente al interior de parques nacionales y áreas protegidas del Estado-, con operaciones de empresas con un extenso historial de infracciones como Nova Austral, Cermaq, Blumar o Camanchaca» indicó Ecocéanos.