El reciente hackeo al Estado Mayor Conjunto ha desnudado documentos secretos que muestran cómo el Ejército investiga a organizaciones sociales y partidos políticos. Las Juventudes Comunistas fueron blanco de sus acciones de supuesta inteligencia.
Por Nicolás Salazar
El hackeo masivo de mails y comunicaciones a generales de las Fuerzas Armadas dejó en evidencia un documento en donde la institución castrense identifica con nombre y apellido a diversos integrantes de las Juventudes Comunistas de Chile.
En total son once dirigentes que son individualizados, entre los que se cuentan autoridades electas democráticamente como concejales y otras personas que tienen cargos en dicha organización política.
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El documento en cuestión se titula «INFORME PUBLICACIONES GRUPO JUVENTUDES COMUNISTAS DE CHILE», con fecha del 15 de julio de 2020.
En el informe se expresa que, «las constantes publicaciones de este grupo, apoyado directamente por el Partido Comunista de Chile, muestra una activa participación en el ciberespacio, fomentando las protestas con motivo de la contingencia nacional, destacando en los foros emitidos por la red social WhatsApp».
Además, en el documento, las autoridades militares afirman que, «no se podría descartar, que este sea un indicador, para un inicio a un Estallido Social 2.0. Y que vuelva los actos de violencia con mayor frecuencia en las principales regiones del país, con un centro de gravedad en la región Metropolitana».
Resulta preocupante que luego de más de 30 años de terminada la dictadura se siga con la lógica del enemigo interno. Esta doctrina impulsada por Estados Unidos dentro de su política de contrainsurgencia desde la época de la Guerra Fría, expresa la necesidad de que las Fuerzas Armadas investiguen y persigan a ciudadanos de sus propios países con ideas diferentes, en particular a militantes de izquierda.
Foto principal: ADN Radio