Tras fracasar dos veces, los jefes de Kast en el Foro Madrid (que le baja líneas, financia y diseña sus estrategias), el partido español VOX, no logró poder formar Gobierno junto al PP, dejando vía libre para que Pedro Sánchez pueda repetir un gobierno de centro-izquierda. Una tremenda derrota para un grupo que ya se sentía en el poder.
Por Alejandro Baeza
El líder derechista Alberto Núñez Feijóo perdió este viernes la segunda y última oportunidad que tenía para convertirse en presidente del Gobierno del reino de España, tal y como estaba previsto por todo el mundo, ya que su alianza con la ultraderecha de Vox y sus discursos radicales y de odio, no les permitió conseguir los votos de ninguna otro conglomerado.
El presidente del Partido Popular (PP), sólo consiguió 172 votos de los 176 que necesitaba en el Congreso de los Diputados para convertirse en jefe de gobierno. Un fracaso rotundo, pero esperado, luego de tres días de debate.
Así, en un protocolo difícil de entender para una república como la nuestra, la anacrónica figura del rey convocó a una nueva sesión de embestidura, esta vez, para el actual presidente Pedro Sánchez, que según todas las proyecciones podría repetir la alianza de gobierno de centro-izquierda para un nuevo periodo.
Tanto la derecha del PP como la ultraderecha de VOX, se sentían tan seguros que serían gobierno, pues todas las encuestas así lo aseguraban, así como los resultados de las elecciones locales en mayo, que soltaron abiertamente lo que realmente pensaban sobre derechos de las mujeres, trabajo o protección social, lo que probablemente se tradujo en una votación menor mucho mejor a la proyectada. Además, el discurso anti-catalán y anti-vasco de VOX fue tan beligerante que el PP no pudo contar con los votos de los tradicionales partidos de estas naciones, lo que explica en gran medida su total y rotundo fracaso.
Ahora, repitiendo su estrategia a nivel mundial, tras esta gran derrota, han comenzado a cuestionar el sistema democrático en sí mismo, aludiendo que debían entregarle el Gobierno porque les corresponde, al estilo Trump.
¿Por qué son los jefes de Kast?
Utilizando un sentimiento hispanista nostálgico de la época imperial y de sus colonias, el partido de ultraderecha Vox de España tiene una estrategia que busca posicionar sus ideas extremistas en toda América Latina, generando coordinación internacional donde usa figuras locales para darle instrucciones sobre cómo operar, tales como la familia Bolsonaro en Brasil, Keiko Fujimori en Perú, Milei en Argentina y Kast en Chile, entre otros, agrupados en en una organización llamada «Foro Madrid».
Así lo anunció el líder de este partido nueva derecha radical española y de inspiración franquista, Santiago Abascal, en 2020, indicando que se trata de una «estructura permanente y un plan de acción anual» de coordinación internacional desde España para América Latina.
Esta organización se planteó como objetivo combatir al Foro de Sao Paulo y al Grupo de Puebla, las dos plataformas progresistas latinoamericanas a quienes ven -ya sea por fomentar la teoría de la conspiración o porque su sobreideologización realmente les hacen creerlo- como impulsoras del «comunismo» en la región, mediante una suerte de plan secreto.
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Sin embargo, en lugar de ser una instancia normal de coordinación de partidos políticos, «Abascal está reclutando a personalidades a título individual y eso le ha permitido fichajes sorprendentes», consignó una publicación del periódico español El País de 2021. En la organización figuran radicales neoliberales, colaboradores de dictaduras latinoamericanas, economistas de televisión, líderes religiosos de agrupaciones cristianas ultraconservadoras (tanto católicas como evangélicas) negacionistas del cambio climático y de la pandemia, grupos anti-vacunas, partidos de ultraderecha y nueva derecha radical, entre otros.
Como embajadores en América Latina, o en la «Iberosfera» como ellos llaman, Vox utiliza al eurodiputado Hermann Tertsch y al diputado Víctor González Coello de Portugal, quienes incluso visitaron Bolivia para darle su visto bueno a la dictadura de Jeanine Añez (actualmente en prisión) tras el golpe de Estado que derrocó a Evo Morales.
Otra herramienta utilizada por Vox para instalar su movimiento en América Latina es Disenso, una fundación que preside el mismo Abascal.
Sin embargo, la «pasadas de máquina» del grupo español a veces son de una torpeza de principiantes, como ocurrió en septiembre de 2021 tras acudir a México a un acto anti derechos de las mujeres a decidir sobre su cuerpo. Allí Abascal anunció que tres diputados del PAN y dos del PRI (ambos de oposición al gobierno de López Obrador) habían suscrito la «Carta de Madrid» el manifiesto que da origen al Foro Madrid. La jugada provocó un terremoto político en el país, provocando el rechazo de las direcciones de ambos partidos, así como de sus adherentes, incluso el PAN se retractó de la iniciativa, pues su socio en el Estado español es el PP.
Además, la polémica se instaló en los medios de comunicación, pues el racismo de Abascal hizo que semanas antes de ir a México tuiteara que «España logró liberar a millones de personas del régimen sanguinario y de terror de los aztecas», provocando una profunda molestia en la sociedad mexicana.
Vox y Kast
El 10 de octubre de 2021 Abascal realizó una fiesta en la Feria de Muestras de Madrid denominada Viva 21, en la que participaron de manera telemática distintas personalidades de estas ideas extremistas en América, como el expresidente colombiano Andrés Pastrana, la hija del dictador peruano y excandidata presidencial Keiko Fujimori, el senador por Texas Ted Cruz, el hijo del presidente de Brasil y su heredero político Eduardo Bolsonaro, así como el pinochetista chileno José Antonio Kast.
Kast es uno de los firmantes de la «Carta de Madrid», el manifiesto extremista que dio origen al Foro Madrid y de los aliados más cercanos de Abascal. Una de las instrucciones desde Vox, a través del Foro Madrid, que aparecen en su programa de gobierno es la que plantea realizar una coordinación internacional para perseguir a militantes de izquierda y dirigentes sociales, una suerte de «Plan Cóndor» moderno. Además, Kast copió directamente el slogan nacido en España de «Comunismo vs libertad» que ha utilizado tanto Vox como el PP.
En este sentido, cabe preguntarse cuál es la influencia que está teniendo este grupo español en Republicanos y qué piensan los votantes autodefinidos como «patriotas» respecto a recibir instrucciones desde el exterior.