[resumen.cl] Un estudio evaluó los cambios en las olas de calor en Chile entre 1961 a 2016. Los resultados de los análisis indicaron que la región más extrema en Chile es el Desierto de Atacama, seguido del área metropolitana de Santiago. Los cambios más importantes fueron registrados para la zona central de Chile. El estudio concluye que si urgentes estrategias de adapación no son aplicadas, Chile central se volverá altamente vulnerable a eventos de olas de calor que podrían generar consecuencias progresivamente catastróficas.
Las olas de calor son definidas como un periodo de días consecutivos con inusuales altas temperaturas y pueden ser indentificadas con un amplio rango de definiciones basadas en sus límites de intensidad y duración. Estas olas de calor son conocidas por estar entre los eventos que generan consecuencias más devastadoras para las sociedades humanas y los ambientes naturales en todo el mundo. Estudios previos han constatado que esta ocurrencia esta asociada con un amplio rango de impactos adversos una gran variedad de sistemas, incluyendo la morbilidad y la mortalidad humanas.
Además tiene un impacto negativo en la producción agrícola, la disponibilidad y calidad del agua. Mientras tanto, las olas de calor gatillan un incremento en la demanda de agua y en el riesgo de incendios forestales.
Junto a esto, las olas de calor pueden dañar infraestructuras y presionar para una mayores demanda de energía. Otros factores, como la extensiva urbanización y el efecto «isla de calor» pueden intensificar los impactos negativos de las olas de calor.
El estudio fue publicado recientemente en la revista Global and Planetary Change. Los investigadores usaron los registros de datos de temperaturas diarias máximas y temperaturas mínimas desde 13 estaciones climáticas a lo largo de Chile.
Los análisis del estudio revelaron que Chile ha experimentado tendencias de incremento en la mayor parte de los set de datos para olas de calor. La frecuencia de estos tipos de tendencia para todas las olas de calor, las series de tiempo mostraron una tendencia de incremento de un 79%. Acerca del 24% de las series de tiempo mostraron tendencias para olas de calor estadísticamente significativas. Tendencia de decrecimiento fueron encontradas en cerca de un 20% de los datos analizados, menos de un 1% de los cuales son estadísticamente significativos.
Tendencias estacionarias fueron detectadas en solo un 2% de los datos analizados. La más alta frecuencia de incrementos estadísticamente significativas fueron encontradas en olas de calor basadas en máximos diarios de temperatura.
Los cambios en los índices de olas de calor son presentados en subsecciones relacionadas con cada aspecto, describiendo sus características: HWN (Número de olas de calor), HWF (frecuencia de olas de calor), HWD (duración de olas de calor), HWM (magnitud de olas de calor) y HWA (amplitud de olas de calor)
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La magnitud de las olas de calor (HWM, por sus siglas en inglés) es el promedio diario de magnitud a través de todos los eventos de olas de calor en el periodo de verano extendido dentro de un año. Mientras tanto, la amplitud de las olas de calor (HWM, por sus siglas en inglés) representa el valor del evento del día más caluroso registrado en un periodo de verano extendido, considera el estudio.
El estudio señala que el número de eventos ha tenido la más alta frecuencia de tendencias significativas de incremento. En términos de distribución espacial, los cambios más importantes fueron registrados para la zona central de Chile.
Las conclusiones del estudio arrojaron que los índices de olas de calor mostraron una mayoría de las tendencias de incremento en la zona estudiada. De acuerdo a las definiciones empleadas en esta investigación, incremento fue significativo en al menos el 40% de las series de tiempo analizadas.
Una importante conclusión del estudio es que regionalmente, la zona central de Chile es la más afectada por cambios significativos en los índices de olas de calor.
Un estudio previo de 2011 también había mostrado importantes proyecciones de cambio climático en términos de temperatura (incremento) y precipitaciones (decrecimiento) en esta región. El estudio apunta a que todos estos cambios traerán severas consecuencias en la disponibilidad de agua y productividad biológica, en los ya degradados e intervenidos ecosistemas de esta zona.
De esta forma, el estudio concluye que para las próximas décadas Chile central podría volverse altamente vulnerable al cambio climático e implícitamente en cambios en las olas de calor. Todo esto si estrategias rigurosas de adaptación no son consideradas.
El estudio propone que mayores investigaciones se lleven a cabo para evaluar el efecto de las temperaturas extremas en la forma de olas de calor en diferentes ambientes y componentes socioeconómicos en el área estudiada.
Vea el estudio aquí