"Apoyamos la demanda de la suspensión del cobro de aranceles y matrícula, postura que hemos comunicado a rectoría. Creemos que es la decisión más consciente que podrían haber tomado si realmente les importaran sus estudiantes." indicó la mesa interina de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción (FEC).

José Figueroa Soto/ resumen.cl

A raíz de la pandemia COVID, se ha vuelto abrir el debate en torno al sistema educativo, pues ha dejado en evidencia, una vez más, las diversas problemáticas que arrastra durante años como lo son el acceso, financiamiento, desigualdad y calidad en los diversos niveles educativos.

Es en este contexto, las y los estudiantes de educación superior han manifestado su molestia e inconformidad con las medidas implementadas por las casas de estudio y el Ministerio de Educación. Siendo uno de los temas de mayor urgencia los cobros excesivos en matricula y aranceles, considerando la tasa de desempleo que alcanza un 8,2% en el trimestre enero-marzo 2020, según datos de la Encuesta Nacional de Empleo, la cual no considera a trabajadores y trabajadoras que han debido acceder al seguro de cesantía, por la "ley de protección del empleo", empeorando la situación.

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Es por ello que la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH) ha solicitado rebajar los costos de arancel y la extensión de la gratuidad a una mayor cantidad de estudiantes; a su vez, hace el llamado garantizar los derechos de quienes trabajan en las instituciones de educación, evitando despidos y rebajas salariales.

En tanto la mesa interina Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción, al ser consultada por Resumen, manifestó la necesidad de suspender los cobros de arancel y matrícula, ya que sus propios compañeras/os han manifestado dificultades para pagar, lo que genera preocupación por la acumulación de deuda, sumado a los intereses que esto implica. Situación que le han comunicado a la rectoría de la universidad, la cual ha hecho "oídos sordo", afirman.

A su vez, sentencian: "Ante esto salen nuevamente a la luz dos problemáticas fundamentales de la educación superior: la demanda histórica de la educación gratuita que aún no obtenemos, sino solo subsidios por matricula (becas, créditos, fondos) donde muchos y muchas quedan afuera (...) los sueldos en las familias no alcanzan para vivir y pagar los millonarios aranceles y la segunda problemática se refiere a la UdeC en particular, cuya mala gestión financiera enfocada al mercado, se ha perpetuado durante años, provocando deudas universitarias que no son culpa de las/los/les estudiantes de la universidad sino que producto de las malas decisiones que ponen prioridad las empresas de la Corporación UdeC sobre las/los/les estudiantes". Acusando que dicho modelo de mercado ha acarreado problemas para la comunidad penquista, reflejado en PACyT, poniendo en peligro el ecosistema del territorio.

Del mismo modo, manifiestan las dificultades que se han generado en las clases online a causa de falta de conectividad en algunos casos. Por estas razones, algunas carreras han decidido paralizar actividades, paralización que no ha sido respetada en todos los casos. Finalmente, plantean que iniciarán un catastro de las personas que han congelado estudios a causa de dichos motivos.

En cuanto a la Superintendencia de Educación Superior, anunció el día jueves la implementación de un plan fiscalizador a 45 instituciones de educación superior, enfocado evaluar las medidas adoptadas por los planteles en el contexto actual. No obstante, no considera cambios sustanciales a los cobros de arancel.

Por su parte, la Comisión de Educación de la cámara baja, aprobó en general el proyecto que suspende el pago de aranceles, por siete votos a favor y cuatro en contra, siguiendo su trámite legislativo. Proyecto al cual el Consejo de Rectores ha manifestado sus reparos, aludiendo a la imposibilidad de financiar las instituciones sin el porcentaje equivalente a los aranceles.

Todas estas materias no llevan a cuestionar el modelo educativo de mercado, el que ha dejado con grandes dificultades de financiamiento a las universidades, siendo los y las estudiantes y sus familias quienes han tenido que cargar con este peso. A su vez, devela las brechas sociales y la dificultad de acceso a servicios que hoy se vuelven indispensables para poder desenvolverse de manera óptima en el sistema educacional.