La selección femenina española de fútbol se proclamó campeona del mundo en Sídney, Australia, este domingo. España se convierte así en el segundo país en lograr tanto el título mundial masculino como el femenino, siguiendo a Alemania, e igualando un récord que solo había sido alcanzado por la selección masculina de fútbol de Brasil, que ostentaba los campeonatos sub 17, sub 20 y de adultos al mismo tiempo.
Por Joaquín Pérez
Al igual que aconteció en la Copa Mundial de Sudáfrica 2010, el éxito de la selección española se fundamentó en una columna vertebral compuesta por jugadoras del Fútbol Club Barcelona, equipo que previamente había conquistado la Liga de Campeones femenina. Debido a este motivo, la única bandera española izada durante las festividades fue la de la reina Letizia, quien participó en calidad de autoridad política.
Aitana Bonmartí Conca, la destacada estrella del Barcelona, emergió como la mejor jugadora del torneo, siendo elogiada por Pep Guardiola, quien la comparó con la versión femenina de Iniesta.
Aitana lleva como primer apellido el de su madre, a pesar de que esto no estaba permitido según las leyes españolas de entonces. Esto refleja la presencia de reivindicaciones feministas desde su nacimiento. Sus padres son ambos profesores de lengua catalana, un idioma que fue perseguido durante los 40 años de la dictadura franquista y que aún hoy enfrenta numerosos obstáculos en las instituciones del estado español.
Su padre, Vicent Conca, forma parte de los independentistas catalanes que fueron detenidos y sometidos a torturas por agentes del estado español bajo la dirección del juez Baltazar Garzón en 1992. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó al estado español por el uso de métodos de tortura como el submarino seco (asfixia de los detenidos con bolsas plásticas).
En una entrevista concedida a RAC1 justo antes de la final de la Champions ganada por el Barcelona, el padre de la jugadora, Vicent Conca, explicó que en su hogar siempre han defendido ideas de izquierda y marxistas, como la solidaridad y la justicia social. «En cuestiones nacionales, en nuestra casa somos independentistas».
Hace apenas unos días, España anunció, tras una negociación por la presidencia del Congreso, que se permitiría el uso del catalán, gallego y euskera en el parlamento, marcando un pequeño avance en el reconocimiento de las naciones sin estado que existen dentro del territorio español.