Hoy se cumplen dos meses desde que Julia Chuñil Catricura, dirigenta mapuche de 72 años y presidenta de la Comunidad Mapuche Putreguel, desapareció en extrañas circunstancias en la comuna de Máfil, Región de Los Ríos. Su desaparición, ocurrida el 8 de noviembre de 2024, ha sumido a su familia, a su comunidad y a diversas organizaciones sociales en una profunda incertidumbre y ha levantado serias interrogantes sobre las circunstancias que rodean este caso.
Por Nicolás Salazar Maleras
Julia Chuñil, madre de cinco hijos y abuela de diez nietos, es una reconocida defensora del medio ambiente y una activa dirigente en su comunidad. Su labor se centraba en la protección del bosque nativo, incluso destinando parte de su terreno a su conservación. Según testimonios recopilados, Chuñil se había negado desde 2018 a vender sus tierras a empresarios interesados en la tala de árboles para leña, lo que podría ser un elemento clave en la investigación.
El día de la desaparición:
El 8 de noviembre de 2024, Julia Chuñil salió de su casa en el sector de Huichaco Sur, acompañada de su perro "Cholito", con la intención de buscar animales extraviados en un predio conocido como "Reserva Cora Número Uno-A". Llevaba consigo un hacha que utilizaba habitualmente para trabajar. Desde entonces, no se ha vuelto a saber nada de ella.
La búsqueda y las investigaciones:
Desde el primer momento, familiares, amigos, miembros de la comunidad y diversas organizaciones se movilizaron para buscar a Julia. Se realizaron rastreos terrestres con apoyo de Bomberos, Carabineros, la PDI e incluso voluntarios. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, no se encontraron rastros concluyentes que permitan esclarecer su paradero.
La investigación policial se ha centrado en diversas hipótesis, incluyendo la posibilidad de un accidente, una desaparición voluntaria o la intervención de terceros. La familia de Julia ha presentado una querella por secuestro y femicidio, exigiendo una investigación exhaustiva y transparente.
Conflictos territoriales y amenazas:
Uno de los elementos que ha generado mayor preocupación es la existencia de conflictos territoriales en la zona. La comunidad de Julia, Putreguel, había ingresado una solicitud de restitución territorial ante la CONADI, proceso que, según información confirmada por la misma institución, se encuentra detenido. Además, familiares de Julia han denunciado que ella había recibido amenazas previas a su desaparición, las cuales estarían relacionadas con estos conflictos. La CONADI también confirmó que el terreno donde desapareció Julia pertenece a un particular no indígena.
Esta situación plantea la interrogante sobre si la desaparición de Julia Chuñil podría estar vinculada a estos conflictos por la tierra. La negativa de Julia a vender sus terrenos a empresarios madereros y la disputa por la restitución territorial podrían haberla convertido en un objetivo.
Dos meses de silencio y la exigencia de justicia:
Hoy, al cumplirse dos meses de la desaparición de Julia Chuñil, la incertidumbre y la angustia persisten. La falta de respuestas concretas por parte de las autoridades genera desconfianza y alimenta la sensación de impunidad. La comunidad mapuche y diversas organizaciones sociales exigen una investigación profunda y diligente que permita esclarecer las circunstancias de su desaparición y encontrarla.
Este caso no es un hecho aislado. Se inscribe en un contexto de creciente conflictividad territorial en la zona sur de Chile, donde las comunidades mapuche reivindican sus derechos ancestrales sobre la tierra. La desaparición de Julia Chuñil se suma a otros casos de violencia y hostigamiento que han afectado a líderes y defensores de derechos humanos en la región.
Un llamado a la acción:
La desaparición de Julia Chuñil no puede quedar impune. Es fundamental que las autoridades redoblen los esfuerzos para encontrarla y esclarecer las circunstancias de su desaparición. La sociedad chilena en su conjunto debe alzar la voz para exigir justicia y para que se garanticen los derechos de las comunidades mapuche y de los defensores de derechos humanos.
En este segundo mes de su ausencia, la memoria de Julia Chuñil y su lucha por la defensa del territorio y el medio ambiente siguen presentes. Su comunidad, su familia y quienes la conocen mantienen viva la esperanza de encontrarla y exigen respuestas. La búsqueda continúa, y la exigencia de justicia se hace más fuerte con el paso de los días.