La presidenta de facto del Perú, Dina Boluarte, acusada de usurpación del cargo por diversos gobiernos latinoamericanos, anunció que Perú asumirá la Presidencia Pro Tempore de la Alianza del Pacífico el martes 1 de agosto.
Por J. Pérez
Esto ocurre después de meses de rechazo por parte del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para concretar el traspaso, debido a lo que varios estados de la región consideran un golpe de estado que, además, ha sido acompañado de graves violaciones a los derechos humanos que han afectado principalmente a los pueblos originarios, como los Aimaras y Quechuas.
Durante su discurso ante el Congreso peruano, la cuestionada Dina Boluarte se pronunció sobre el respaldo recibido del presidente de Chile, Gabriel Boric, para asumir la Presidencia Pro Tempore de la Alianza del Pacífico el 1 de agosto. «Me permito compartir con el pueblo peruano una noticia importante para todos: El Perú recibirá la presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico este 1 de agosto (…) Esto gracias a la impecable labor de nuestra Cancillería y a la intervención del Presidente de Chile, Gabriel Boric, a quien agradezco su apoyo y saludo cordialmente», declaró la mandataria Boluarte Zegarra, ante el Congreso de la República.
López Obrador traspasó la presidencia de la Alianza del Pacífico a Chile, ya que México no reconoce legitimidad alguna a la dictadura peruana. AMLO fue enfático al señalar: "No se la voy a entregar a la señora que está usurpando la presidencia. Mientras no haya normalidad democrática en Perú, no queremos relaciones económicas ni comerciales con ellos", dijo antes de llevar a cabo dicha acción.
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Después de que Chile asumiera dicha responsabilidad, el canciller Alberto van Klaveren, en nombre de Boric, señaló: "Nosotros siempre hemos reconocido el derecho que le corresponde a Perú para ejercer la presidencia pro tempore y es en ese espíritu que hemos asumido la responsabilidad de actuar como intermediarios para poder resolver esta situación».
Sin embargo, que la presidencia de la Alianza del Pacífico recaiga en una presidenta cuestionada tanto interna como externamente no es más que otra señal de la decadencia de dicha organización, frente al impulso que ha vuelto a cobrar la CELAC tras el retorno de Lula da Silva al poder en Brasil.