Durante la mañana de hoy 20 de mayo, manifestantes pertenecientes a la coordinadora intercomunal contra el proyecto Octopus/Bio Bio Genera (que agrupa a las comunidades afectadas: Tomé, Bulnes, Talcahuano, Penco y Lirquén) se tomaron las oficinas del Seremi de Medioambiente, ad portas de la cuenta pública de la presidenta Bachelet este 21 de mayo. Esta toma se enmarca dentro del contexto de movilizaciones territoriales a nivel regional y movilizaciones sociales a lo largo del país. Movilizaciones que dejan en claro las malas decisiones, la pésima organización y la nulidad que ha presentado el gobierno al momento de escuchar las demandas de comunidades, trabajadores y estudiantes. El objetivo de los manifestantes era visibilizar ante la opinión pública los impactos socioambientales del proyecto y además, presionar a las autoridades ya que en pocos meses más se votará la aprobación o el rechazo de este.
La Coordinadora Intercomunal logró reunirse con el Seremi Richard Vargas Narvaez, para poner sus demandas y objeciones al megaproyecto energético. En esta conversación, el Seremi ofreció a los voceros, la participación activa en la comisión técnica de la Municipalidad de Penco, presentes al momento de la evaluación del proyecto. Los voceros dejaron en claro el fraudulento y engañoso accionar de la empresa, las Participaciones Ciudadanas mal efectuadas y los conflictos de intereses que se presentan en este nefasto proyecto.
El Proyecto Octopus GNL Penco-Lirquén, contempla la construcción y operación de un terminal marítimo de tipo isla, el que estará habilitado para la recepción, almacenamiento y regasificación de Gas Natural Licuado en la Bahía de Concepción, frente a Penco, Lirquén y Tomé. El gas será transportado a tierra mediante un ducto submarino, el que enlazará con un gasoducto terrestre; para conectarse al sistema de transporte y distribución de gas natural existente y así abastecer la demanda del sector forestal, pesquero e industrial en la región. Las cantidades involucradas posibilitarán además, la construcción y puesta en marcha de una nueva generación de centrales termoeléctricas de ciclo combinado. En la comuna de Bulnes, ya se proyecta la construcción de la Termoeléctrica El Campesino de 1,140 MegaWatts.
Cabe destacar que la energía generada se sumará al superavit que la clase empresarial siempre busca incrementar para su beneficio. Su objetivo principal es el funcionamiento del sistema minero del país, que consume la mayor parte de la producción energética, además de otros rubros extractivistas. Así, iniciativas como el proyecto Octopus, son anunciadas en nuestros territorios como una oportunidad de progreso y desarrollo. Sin embargo, se omite que las actividades que justamente buscan potenciar, llevan un largo tiempo generando graves impactos ambientales y sociales en la región. Por otra parte, el «gas de esquisto» que buscan traer a la región es extraído en otros territorios mediante "fracking", una devastadora técnica que ha causado gran rechazo en las poblaciones locales por a la degradación ambiental que produce.
De aprobarse la construcción del terminal marítimo en la Bahía de Concepción, se podría añadir otro factor más -junto a la actividad portuaria y el tránsito de buques mercantes- que podría afectar las condiciones de la bahía, con consecuencias futuras que ni la empresa ni nadie puede diagnosticar con seguridad. Además, el proyecto tampoco traería empleo al territorio, afectaría fuentes de subsistencia y pondría en grave riesgo a la población durante terremotos y tsunamis, eventos que ocurren periódica y frecuentemente en nuestras costas.
En síntesis, la aprobación del proyecto Octopus, dotará a la clase empresarial de una enorme inyección de energía para continuar con sus actividades contaminantes y extractivas. Por eso, oponerse al terminal marítimo y al gasoducto es proteger nuestra forma de vida y la de las generaciones futuras.
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