Ante el incremento de la violencia y el crimen organizado en Chile, la respuesta pública ha sido criminalizar a las personas migrantes, especialmente a quienes viven en tomas y campamentos, considerándolas como una amenaza hasta convertirlas en sujetos merecedores de todo tipo de violencia estatal, multiplicándose los llamados a ejercer prontos desalojos de esos territorios.
Por Colectivo Sin Fronteras
Los desalojos forzosos constituyen una violación grave de los derechos humanos, y durante esta semana se han transmitidos dos desalojos por los canales de televisión sin que se consideren los protocolos que existen ni se respeten los principios básicos para el ejercicio periodístico.
Según las Naciones Unidas, los desalojos son la última alternativa cuando ya se agotaron todas las salidas junto a las comunidades afectadas y se den garantías procesales a las personas. Nunca se deben llevar a cabo de manera discriminatoria o dejar a alguien sin vivienda o expuesto a otras violaciones de los derechos humanos.
La Corporación Colectivo Sin Fronteras manifiesta su preocupación por las familias que no tienen relación con los delitos que se persiguen y demandan a las instituciones del Estado a que se evite exponer a niños, niñas y sus familias a experiencias tan dramáticas como los desalojos, y que, si se diera como medida de última ratio, estos procedimientos consideren las directrices sobre desalojos establecidas por organismos de derechos humanos, como las Naciones Unidas.
"Solicitamos, además, que se considere la protección especial que corresponde a niños y niñas, más aún si son migrantes. Subrayamos que los derechos de la niñez en contextos de desalojos están respaldados por instrumentos internacionales de protección de derechos, como la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) y la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH). Estos instrumentos establecen la necesidad de considerar el interés superior de los niños y niñas, su derecho a un nivel de vida adecuado, lo cual incluye el acceso a la vivienda; a la protección contra la discriminación y la violencia, a ser protegidos contra la separación de sus familias; a ser escuchados, a participar en decisiones que les afecten, entre otros" señalan en una declaración.
Los protocolos de las Naciones Unidas para los desalojos forzosos se encuentran en el siguiente documento