Las noticias están llegando en aluvión, y por más maquilladitas que se muestren, no pueden ocultar que, en esencia, lo que muestran es un derrumbe generalizado de esa cultura familiar, con esa familiar pobreza más o menos tolerable, y todo eso, en el hermoso paisaje de nuestra historia reciente.
De esos derrumbes, por cierto, el más estruendoso es el derrumbe de la paz, por obra y gracia de esa bandada de políticos belicistas, la mayoría de los cuales ni siquiera han hecho el servicio militar. De hecho, de los precandidatos presidenciales más embriagados de guerrerismo en Estados Unidos, cinco se sacaron el servicio militar y sólo 1, el ya bastante senil John McCain, participó en una guerra: La de Vietnam, que Estados Unidos perdió escandalosamente.
En el frente de Ucrania, el propio ministro de defensa estadounidense, Ashton Carter, esta semana, en Stuttgart, Alemania, ante 24 generales de las fuerzas norteamericanas en el mundo, y numerosos diplomáticos europeos, admitió, fíjese Ud., que Estados Unidos tiene que entrenar y perfeccionar a sus fuerzas armadas si quiere que estén a la altura de las fuerzas armadas de Rusia. ¿Qué tal?
Aquella reunión de generales en Stuttgart, además, mencionó que existe la posibilidad de que Estados Unidos pudiera lanzar un súbito ataque nuclear contra Rusia.
Ashton Carter, por cierto, no dijo que se esté planeando un ataque así, pero, según reporta un informe del analista militar Christopher Morris, se señaló que un ataque a Rusia con bombas atómicas está dentro y no fuera de las posibilidades.
Pero esa sola insinuación provocó de inmediato filtraciones instantáneas y una reacción generalizada de horror y repugnancia. Todos tienen claro que un ataque nuclear contra Rusia, inevitablemente llevaría a una guerra nuclear total, cuyas consecuencias son en realidad incalculables y difíciles de imaginar siquiera. Baste señalar que los más optimistas hablan de una mortandad de cientos de millones de seres humanos.
Quedó claramente señalado que la sola afirmación de que un ataque nuclear contra Rusia esté dentro de las posibilidades, aunque sea remotamente, llevaría a que toda la política internacional de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, sea calificada como asombrosamente criminal e insensata.
Sin embargo, un análisis más sutil sugiere que esas sugerencias de guerra atómica quizás sólo sean parte de una campaña del terror por parte de Estados Unidos y la OTAN, a fin de impedir que ahora en junio la Unión Europea pueda levantar las actuales sanciones contra Rusia. De hecho, para todos está claro que el quiebre de la tregua en Ucrania en realidad fue iniciado por el gobierno de Kiev precisamente para generar nuevas acusaciones en contra de Rusia por apoyar a los rebeldes.
A juicio de analistas estadounidenses, incluyendo al especialista en asuntos de geopolítica euroasiática, Edward Walker, de la revista Business Insider, una célebre revista, una visión realista e inteligente de la crisis de Ucrania apunta a que, dentro de un plazo ni muy corto, pero tampoco muy largo, finalmente se va a llegar a un acuerdo en que se delimitarán las nuevas fronteras de Europa.
Y, fíjese Ud., a grandes rasgos esa solución pragmática será justamente en los términos que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ya planteó en 2014.
Ello puede implicar, en un caso óptimo, una normalización de relaciones entre Rusia y Europa, que les permita volver a estar asociados en un proyecto de desarrollo compartido.
Pero si no se alcanza esa normalización, se va a continuar una situación inestable, con permanente peligro de guerra, y con un pesadísimo costo no sólo para Ucrania, que ya está reducida a la mendicidad, sino también para toda Europa, a la vez que se llevará a que Rusia refuerce sus lazos con las naciones del Brics, además de Irán, Turquía, y varias naciones europeas disidentes, incluyendo a Grecia y a Hungría.
Eso llevaría a una situación muy desfavorable para Europa, y se crearía definitivamente un contexto de Guerra Fría.
Como sea, ya se da por supuesto que, por lo pronto, la OTAN se negará a admitir a Ucrania y a Georgia como miembros de la alianza. Es decir, se llegará a una u otra forma de paz o al menos de apaciguamiento, sin reconocer formalmente la independencia de Osetia y Abjasia, que eran parte apropiada por Georgia, o la anexión de Crimea a Rusia, o la autonomía de la zona rebelde del este de Ucrania.
Y eso, básicamente, porque ninguno de los estados miembros de la Unión Europea, incluyendo a Gran Bretaña y Alemania, está dispuesto a aceptar el riesgo de una guerra con Rusia.
En tanto, también la paz parece estar derrumbándose en Asia, donde Estados Unidos anuncia que no reconocerá las reclamaciones territoriales marítimas de China y donde ya se han producido momentos críticos entre aviones espías estadounidenses y barcos de la armada china.
Sin embargo, también allí, Estados Unidos reconoció que si bien continuará sus vuelos de observación -o espionaje-, se van a mantener en un espacio aéreo de más de 12 millas de la costa de los emplazamientos chinos
Está claro que, al menos por ahora, Estados Unidos no quiere que las tensiones se hagan más intensas. Y también aquí, los analistas admiten que el peligro de guerra está latente y que bastaría una imprudencia de algún jefecillo militar subalterno, para que se llegue a situaciones fuera de todo control.
Muchas importantes publicaciones de Estados Unidos ya están mencionando que de hecho Estados Unidos y China están en guerra. Pero en una guerra que todavía es económica, diplomática y de intenso espionaje y jaqueo cibernético recíproco.
La verdad es que nadie puede pensar en una guerra con China más que como si fuera una catástrofe tan inimaginable como una guerra con Rusia. Pero aún sin una guerra caliente, con tropas, máquinas y explosivos, tanto Europa como la cuenca del Pacífico saben que ya no pueden prescindir de la China para sus esperanzas de salir de la crisis económica que se arrastra ya por 7 años largos y amargos.
Pese a los anuncios agoreros, el crecimiento económico de China sigue siendo formidable. Se estima que en este ejercicio, alcanzará alrededor de un 7%, frente a un discutible 2% de Estados Unidos y al patético estancamiento de Europa.
De hecho, ya en las últimas semanas, todos los gobiernos europeos han hecho cola para hacer propuestas y buscar acuerdos de inversión con China, y de hecho, todos los países de la Unión Europea han declarado su deseo de integrarse a la zona de comercio bautizada como La Ruta de la Seda, que comienza en China, atraviesa Rusia y llega a Europa.
Y, por supuesto, esa integración implica sanear las relaciones con Rusia y con Irán por cuyo territorio también la Ruta atraviesa.
En tanto, en las opacas entrañas de las grandes corporaciones y los bancos, la indigestión financiera está llegando a lo insostenible. De hecho, el Fondo Monetario Internacional ya suplicó esta semana a la Reserva Federal de Estados Unidos, que siga lanzando sus marejadas de dinero para oxigenar una economía que, más que oxigenarse, parece estar sólo inflándose.
Simultáneamente, los grandes bancos de Estados Unidos y Europa están ejerciendo ya intensas presiones para disminuir al mínimo, o eventualmente para suprimir el uso del dinero efectivo.
Con ello, podrán manipular a su antojo los mercados monetarios que quedarán reducidos a ser simples números registrados en las computadoras. Igualmente, con ello se eliminará la posibilidad de que se haga uso libre del dinero. Desde dar propinas y limosna, hasta hacer compras secretas o al menos fuera del control bancario, a la vez que facilitará a extremo la posibilidad de sencillamente bloquear los depósitos bancarios de cualquier persona, cualquiera institución, o incluso de cualquier país, si se decide aplicarles sanciones.
Y, en el hecho, la eliminación del dinero en efectivo equivaldrá a la eliminación de uno de los últimos recursos de libertad de las personas.
En esta caótica semana, también el Medio Oriente está haciendo su numerito, con las súper vedettes de Arabia Saudita e Israel, que ya abiertamente han declarado su alianza para imponer una paz conveniente en toda aquella región. Una paz que, a juicio de ellos, neutralice el peligro de que sean los shiítas, amigos de Irán, de los Kurdos, o de los moros norafricanos, de Irak, de Siria y del Líbano, o sea, todo el paquete de "los Malos".
Ya en los ataques de Arabia Saudita contra los rebeldes de Yemen, quedó en evidencia que Israel está proporcionando aviones, cohetes y bombas, incluyendo aquellas criminales y prohibidas bombas de racimo.
Todavía no hay reportes sobre la reacción de las bases sociales islámicas ante lo que aparece como una perversa traición a las naciones árabes, por parte de los reyezuelos petroleros que aparecen dispuestos a cualquier cosa con tal de mantenerse ellos sentaditos en sus tronos y ejerciendo el poder.
En tanto, en la lucha contra el Estado Islámico, ya se está admitiendo que los bombardeos de Estados Unidos y sus aliados no tienen mayor efecto. Que las milicias islámicas están ganando en todos los frentes, exceptuando aquellas zonas donde hay tropas iraníes apoyando al ejército de Irak y a los combatientes kurdos.
También esta semana la prensa internacional reportó la desesperación de los combatientes kurdos que se sienten abandonados sin recibir pertrechos, armas, dinero o provisiones, de sus supuestos aliados occidentales mientras ellos enfrentan sangrientamente a las fuerzas del Estado Islámico.
En Siria, en tanto, también Irán sigue prestando un apoyo decisivo al presidente Basher Assad. De hecho, el miércoles pasado giró mil millones de dólares para financiar el funcionamiento del gobierno.
Entre tanto, también Israel está enfrentando un momento extremadamente peligroso, por la reacción de las naciones europeas y también de las Naciones Unidas, por la ocupación ilegal de los territorios palestinos y la política de destrucción de viviendas y de pueblos enteros de los palestinos, para instalar en ellos a colonos israelíes o incluso para construir campos militares de entrenamiento.
Nunca antes había cobrado tanta fuerza la propuesta de imponer un boicot a las importaciones agrícolas procedentes de los asentamientos israelíes sobre tierras palestinas, y, por ejemplo, gran número de célebres artistas europeos se están negando a presentarse en Israel.
Asimismo, se denunció en el Senado de Estados Unidos que las Naciones Unidas podrían acoger un informe sobre derechos humanos, en el cual se calificaría a Israel como similar a las entidades terroristas Al Qaeda y Boko Haram, y a las milicias del Estados Islámico.
De hecho los senadores republicanos Ted Cruz y Lindsey Graham propusieron que Estados Unidos corte inmediata y completamente sus aportes al financiamiento de las Naciones Unidas, si se acoge ese informe de derechos humanos elaborado con apoyo del gobierno de Argelia.
Y uno de los aspectos más inesperados de la reacción anti israelí que se está produciendo, es la creciente fuerza de grupos judío anti-sionistas, sobre todo en Estados Unidos, que ya han realizado manifestaciones con miles de participantes, en contra del régimen israelí que encabeza Benjamín Netanyahu.
Así, pues, la marejada de noticias derrumbonas abarca todos los rumbos del planeta y todos los temas del planeta. En Alemania, el gobierno tiene movilizados en estos momentos a 20 mil policías para evitar que una multitud, compuesta mayoritariamente por jóvenes, irrumpa e interrumpa la Cumbre del Grupo de los 7. En Berlín y otras ciudades, así como en la localidad alpina de Bavaria en que se reunirán los 7, se han producido manifestaciones multitudinarias, y entre otras cosas se ha encargado a las policías que traten de impedir el paso a los miles de jóvenes que están concurriendo desde otros países europeos para sumarse a las protestas en Alemania.
Bueno, en tanto en Turquía hoy se están realizando las elecciones parlamentarias en que se juega su futuro el régimen del presidente Tadyip Erdogán. Hasta ahora, las encuestas daban una fuerte ventaja al partido oficialista, pero todavía existe la posibilidad de una sorpresa.
En México también se está desarrollando hoy la elección de 500 diputados, en lo que se ha calificado como la elección más sucia y corrompida de aquel gran país federal latinoamericano. En varios de los estados la votación se ha visto interrumpida, y en todo el país hay un intenso despliegue de tropas que, supuestamente, tratan de asegurar un proceso que supuestamente sería democrático.
Y una vez más también nuestro pobre Chile ha hecho noticia de la peor manera, luego de que los parlamentarios se negaran a aprobar una moción de la bancada joven, para que los sueldos del Congreso no recibieran el aumento general aprobado para la administración pública.
En momentos en que el sueldo mínimo de los trabajadores es de menos de 250 mil pesos mensuales, el reajuste de los diputados alcanza a 500 mil pesos mensuales, totalizando más de 12 millones de pesos mensuales, con las demás granjerías que están percibiendo.
Y se ha destacado en la prensa internacional que los señores parlamentarios de Chile ganan mensualmente mucho más que todos los otros parlamentarios de la OCDE, incluso ganan bastante más que los parlamentarios de Estados Unidos.
La lista de los diputados que votaron en contra de la moción juvenil, ya ha sido difundida por las redes sociales, invitando a los ciudadanos a que no vuelvan nunca jamás a darles el voto.
Así, pues, pareciera que nuestra humanidad está avanzando resueltamente rumbo a una crisis muy, muy grande. ¿Seremos protagonistas de nuestro destino, o nos resignaremos no más a lo que sea que nos quieran hacer?
En fin. Me he demorado en traducir los textos del dossier que ofrecí la semana pasada, pero podré enviarlos ahora el lunes o el martes próximo. Discúlpenme.
¡Hasta la próxima, amigos! Cuídense, es necesario. Hay peligro.
Fuente imagen: http://www.abc.es