El 15 de junio de 1973 en Santiago cayó asesinado por un comando de extrema derecha el exiliado brasileño y estudiante de pedagogía en castellano en la Universidad de Chile, Nilton da Silva.
Joaquín Pérez
Nació el 2 de febrero de 1949, en Cachoiera do Sul, 200 kilómetros al oeste de Porto Alegre Desde muy temprana edad destacó como dirigente secundario en su ciudad natal, en 1968 ya era dirigente de Unión de Estudiantes Secundarios del Estado de Rio Grande do Sul y activo militante de la lucha antidictatorial. Muy joven la represión lo obligó a pasar a la clandestinidad y más tarde exiliarse en Chile el año 1971.
Su afición a la literatura, la poesía y el teatro, lo llevarían a prepararse como profesor de castellano en el instituto pedagógico de la Universidad de Chile, donde militó en el FER, brazo estudiantil del MIR, además de ser dirigente de su centro de alumnos. En marzo de 1972, Nilton da Silva ya era militante del MIR con una clara conciencia internacionalista.
El día 15 de junio de 1973, Niltón salió a las calles de Santiago, tras el llamado de las organizaciones de izquierda a poner freno a las acciones desestabilizadoras y vandálicas promovidas por grupos de choque de la derecha. Ese contexto fue emboscado en calle San Martín con la Alameda, baleado y asesinado.
No era el primer muerto en estas circunstancias, el 27 de abril del 73, grupos de extrema derecha habían asesinado, mientras participaba de manifestaciones callejeras, al obrero de la construcción José Ahumada Vásquez, de 22 años, militante comunista, por disparos que salieron desde la sede del Partido Demócrata Cristiano.
Nilton había transmitido a sus compañeros/as la experiencia de la dictadura militar en su país, marcada por secuestros, torturas, desapariciones y asesinatos. Su muerte fue solo unos días antes del denominado Tanquetazo del 29 de junio, cuando la ofensiva reaccionaria ya era evidente. La noticia de su muerte corrió y entristeció al Pedagógico, a la Universidad de Chile, a los refugiados brasileños en Chile, a los militantes del MIR y de la izquierda chilena en general, sus funerales fueron gigantescos, el cortejo multitudinario entró lleno de ira al cementerio.
La muerte de Niltón significaba una posición agresiva y de ofensiva de la derecha y las fuerzas reaccionarias, un preludio de acciones más cruentas, como prontamente se vieron.
En el histórico discurso del teatro Caupolicán en julio de 1973, Miguel Enríquez hizo alusión a este hecho: "Fueron grupos armados del Partido Nacional con la venia del freismo los que no hace quince días bombardeaban La Moneda, asesinaron a Moisés Huentelaf en Cautín, al obrero Ahumada en Santiago desde el local del partido Demócrata Cristiano. Son los que han puesto centenares de bombas en los últimos días, los que asesinaron a un general en 1970, los que ametrallaron a nuestro compañero Nilton da Silva en Santiago".
Su muerte imprevista obligó a buscar un lugar rápido para su entierro, un nicho transitorio. Tras el golpe militar, el cuerpo de Nilton fue arrojado a una fosa común del cementerio general en Santiago, desapareciendo sus restos.
Brasileña y brasileños caídos en la dictadura militar chilena
Tras el golpe militar, las y los brasileños refugiados fueron perseguidos, varios se unirán a la lucha de resistencia y caerán junto al pueblo que los acogió combatiendo la dictadura.
Luiz Carlos Almeida, ex estudiante de física de la Universidad de Sao Paulo, a su llegada a Chile trabajó como profesor en la UTE en Santiago. Militante del MIR en Chile, fue detenido en su domicilio en Barrancas, el 14 de septiembre 1973, trasladado al estadio nacional, torturado es llevado al río Mapocho en Santiago, donde es acribillado. Tenía 25 años.
Vanio José de Matos, ex capitán de la policía militar de Sao Paulo, abogado, periodista, profesor y militante de la Vanguardia Popular Revolucionaria (VPR) en Brasil, fue uno de los 69 presos políticos de la dictadura brasileña, desterrados a Chile el 13 de enero de 1971, a cambio de la liberación del embajador de Suiza en Brasil, Giovanni Enrico Bucher secuestrado por la VPR. Vanio fue detenido junto a su esposa e hija, trasladados al Estadio Nacional tras el golpe en Chile, torturado por más de un mes hasta su muerte por agentes brasileños y chilenos.
Nelson de Souza Kohl, obrero y militante del Partido Operário Comunista (POC) en el Puerto de Santos en Brasil, tras la persecución de la dictadura logró escapar a Argentina en noviembre de 1972, para luego pasar a Chile. Fue detenido en su domicilio el 15 de septiembre de 1973 por agentes de la Fuerza Aérea que lo trasladaron a la base aérea de San Bernardo. Registró ingreso por defunción en el Servicio Médico Legal días más tarde, sin embargo sus familiares nunca lograron obtener su cuerpo, ya que debieron asilarse y salir del país.
Tulio Roberto Cardoso Quintiliano (29 años), ingeniero de la Universidad de Río de Janeiro que se exilió en Chile tras sufrir la prisión y la tortura. En el país trabajaba en funcionario de la Corporación de la Reforma Agraria (CORA), fue detenido en su domicilio de Av. Américo Vespucio Norte, junto a su esposa, Beatriz Narcisa Verri Whitaker, también brasileña el 12 de septiembre de 1973, por Comandos de Institutos Militares del Ejército, y trasladados a la escuela militar. Tulio fue enviado al regimiento Tacna donde lo ejecutaron.
Jane Vanini, originaria de Cáceres, localidad del estado de Mato Groso, estudió ciencias sociales en la Universidad de Sao Paulo, donde inició su militancia en la Acción Liberadora Nacional (ALN) que dirigía Carlos Marighella. Tras la persecución de la dictadura salió a Uruguay, luego Argentina y Cuba, para entrar a Chile en 1971. Aquí trabajó en la histórica revista Punto Final y militó en el MIR chileno. Fue ejecutada tras el golpe militar por infantes de marina tras un enfrentamiento desigual el 7 de diciembre de 1974 a los 29 años de edad, en la Población Lorenzo Arenas de Concepción, donde había llegado a dirigir los trabajos de resistencia a la dictadura. Jane Vanini permanece como desaparecida, pues su cadáver no ha sido hallado.