Este 2024, año recién terminado, fue rematado con una importante celebración para la memoria popular del sur de Chile: el vigésimo aniversario del Centro Cultural Museo y Memoria de Neltume (CCMMN) en la región de Los Ríos.
Por Robinson Silva Hidalgo | UACh
A partir de la iniciativa de vecinos y activistas, ya hace 20 años, se dio marcha a la entidad que hoy conforma la agencia de mayor visibilidad de Neltume, un poblado obrero de la comuna de Panguipulli. En torno a la historia de despojo de la población huilliche originaria, a la memoria trabajadora construida en torno a la industria maderera, así como por el proyecto emancipador que representó el Complejo Forestal y Maderero Panguipulli (COFOMAP), durante el periodo de la Unidad Popular, y la historia de abusos y represión que define a la dictadura en este territorio, han hecho que el trabajo del CCMMN en la actualidad sea de mayor interés para entender el siglo XX chileno.
El Museo de Neltume, como se le conoce popularmente, ha persistido pese a todo, de la mano de personas que han dedicado un esfuerzo increíble, sobre todo porque ha sido constantemente atacado por el poder político, como cuando los senadores de la UDI intentaron revocar la declaración de patrimonio histórico de los sitios de memoria de la zona conseguida en 2019, incluidos los lugares de instalación del intento guerrillero del MIR en 1981, en el marco de la Resistencia a la cruel dictadura vivida en el país.
Es particularmente importante para este territorio el patrimonializar estas historias, considerando las tres masacres masivas (Neltume, Liquiñe y Chihuío) que hacen de la pequeña región de Los Ríos la cuarta en incidencia de ejecutados políticos y desapariciones forzosas, cuestión que destruyó completamente la forma de habitar en estas tierras de montaña.
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El CCMMN ha sido permanentemente acosado, víctimas de asaltos, robos y ataques. El último fue el incendio del galpón original de la maderera de Neltume, también declarada bien patrimonial y que -sospechosamente- lleva un año sin esclarecer las circunstancias de su ocurrencia. Al parecer, cuando el patrimonio significa debate sobre nuestra historia reciente, ya no es tan interesante para el poder y como el negacionismo no alcanza sus objetivos, la violencia descarnada es la respuesta.
De esta forma, la persistencia y la extensión del trabajo del CCMMN no solo resulta admirable por su valentía, merece apoyo y respeto por parte de la sociedad civil y de los movimientos populares y sociales, el que no obtiene de las instituciones que dificultan sus tareas en múltiples ocasiones.
Hoy, el Museo de Neltume, desarrolla actividades de difusión de la historia local a través de su museografía, actividades culturales y muestras de distinto tipo, pero también ha generado áreas de educación de particular importancia para la concienciación de niñxs, jóvenes y adultxs en torno a los derechos humanos y la memoria, últimamente está constituyendo un importante archivo para potenciar la investigación en lo relativo a las formas de vida de la zona.
No queda más que felicitar al CCMMN, apoyar su trabajo futuro y desearle al equipo, encabezado por Angélica Navarrete, el mayor de los éxitos.
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Fotografía principal: Centro Cultural Museo y Memoria de Neltume